Saco a la palestra esta poco conocida marcha, bastante curiosa.
Fue recuperada por la Banda de la Cruz Roja en 1996, en su disco "Marchas cofradieras de ayer y hoy... Vol. 2".
En la contraportada del mismo queda reflejado lo siguiente:
La marcha procesional "El Refugio" representa la entrada y salida de la Cofradía de San Bernardo por la Santa Iglesia Catedral en el momento que se interpreta el Miserere de Don Hilarión Eslava.
La marcha procesional "El Refugio" está dedicada a la Hermandad de San Bernardo pro sus autores Vidriet y Carretero en el año 1925.
Consta la marcha de una introducción y seguidamente un fragmento del célebre toque de artillería, que recuerda la banda montada de este cuerpo que acompañaba a la Cruz de guía. El cuerpo de artillería estaba y está muy vinculado a la Hermandad de San Bernardo.
Sin preparación alguna se ataca la marcha real, representando en este momento la entrada del paso -de Cristo- en la Catedral. Terminado esto, y con una preparación de dos compases de caja se inicia el versículo del Miserere de Eslava "Redde", que pensaron supuestamente los autores para cuando el paso de Nuestra Señora del Refugio se encontraba pasando por dentro del templo catedralicio. En aquella época, el célebre Miserere de Don Hilarión Eslava se interpretaba Miércoles y Jueves Santo dentro de la Santa Iglesia Catedral.
De nuevo, unos compases del Himno nacional representado la salida de la Virgen del templo metropolitano.
Viene a continuación de nuevo el primer tema de la marcha para enlazar con el trío muy melódico, para terminar en fuerte con la misma melodía en 8ª y con un contrapunto de saxofones y bombardinos.
Tal como es descrita la marcha, parece tratarse de un poema sinfónico, ya que en el guión original aparece expresamente qué quiere representarse con la música.
Es una composición que a mi parecer adolece de los mismos defectos que la otra marcha de uno de los coautores, "Rocío", es decir, recurso fácil del "corta y pega".
Con todo, el resultado me parece una marcha bonita que al menos tiene el sentido de reflejar algo.
La instrumentación actual es de José Albero, a raíz del hallazgo del guión en el archivo de la Hermandad por el archivero, organista y director del coro de San Bernardo Rafael Bermúdez.
Es curioso que una marcha que al parecer gozó de popularidad en su época desapareciese totalmente del panorama musical.
De hecho, el maestro Tejera, declaró en una entrevista aparecida en el Boletín de las Cofradías de Sevilla de Mayo de 1960, que el año de su estreno se armó cierto revuelo.
Antaño los saeteros, y más con la cantidad y calidad de muchos de ellos, de renombre incluso, gozaban de mucha popularidad y de hecho se hacía callar a las bandas frecuentemente.
También hay que decir, que lo que hoy es el lugar más emblemático de la Carrera oficial, la Campana, no lo fue así hasta el último tercio del S. XX; anteriormente el lugar emblemático era la Plaza de San Francisco, los "palcos", donde se concentraba la mayor parte de la alta alcurnia. De hecho allí es donde se solían estrenar las marchas (valga como ejemplo "Amarguras" o "Candelaria" de Guerrero).
Pues bien, la Plaza de San Francisco era uno de los lugares donde se esperaba con expectación la actuación de famosos saeteros.
EN 1925, como comentaba más arriba, Tejera, tras la Virgen del Refugio interpretó por orden del Hermano Mayor, Antonio Filpo Rojas, la marcha "El Refugio", pese a que estaba prevista la actuación de La niña dela Alfalfa y de Centeno. El público comenzó a protestar, pero cuando llegó la parte de "Redde" del Miserere de Eslava unos niños lo entonaron, tornándose el alboroto en júbilo, y logrando los elogios de la Infanta María Luisa, que se encontraba presente, y otras personalidades.
Recordemos que el Miserere era un acontecimiento anual y gozaba de enorme popularidad.
Por todo ello es curioso que cayera en el olvido.
Para terminar, los niños que entonaron el "Redde" supongo que serían previamente contratados, porque la Banda de Tejera no creo que fuera de niños.
Por otra parte, la marcha en la actualidad se toca testimonialmente, en algún concierto y poco más.
Saludos.