Mensajepor la_tristeza » 14 Dic 2014, 14:06
Hace tiempo leí una entrevista, creo que al maestro Fco. Pastor, en la que hablaba de que la fuga apenas ha tenido protagonismo en la música procesional. De hecho, prácticamente Gámez y Beigbeder han sido los únicos (que conozco) que la han empleado con soltura. Y ahora llega Carlos Llano y continúa este campo tan poco explorado, y de esta manera...
Melódicamente no nos sorprende, pues ya nos tiene acostumbrados a una inspiración magnífica, con contínuos apuntes cromáticos. Alternando perfectamente momentos fúnebres (por llamarlos de algún modo) con otros más alegres, me parece bastante bien engarzada, sin los cambios bruscos que le he observado en alguna ocasión puntual. Muchos autores ya quisieran hacer marchas la mitad que esta. Si En Soledad nos parecía buena marcha, esta la supera con creces y, quien sabe, si siguieras componiendo conseguirías lo que ya en parte eres.
Mi más sincera enhorabuena, Carlos.