Muchas veces hemos leído y oído el hecho de que en las procesiones de antaño, cuando todavía no se disponía de un repertorio amplio para cubrir el desfile procesional, se utilizaban muchas adaptaciones de piezas clásicas en forma de marcha fúnebre (Wagner, Thalberg, Chopin, Mendelsson, Schubert, etc.) algunas de las cuales siguen algo más vigentes, como el caso de la marcha fúnebre de Thalberg o la archiconocida de Chopin.
Aquí abro un tema sobre la marcha fúnebre de Beethoven, no tan conocida y difundida como la de Chopin. Se trata del segundo movimiento de la Sinfonía nº3, aquella que abrió las puertas del romanticismo, la mejor sinfonía según su autor hasta que nació la novena. Este segundo movimiento de la sinfonía nº3, llamada la Heroica pues el compositor la hizo en honor y como homenaje al héroe de Napoleón Bonaparte, es en su totalidad una marcha fúnebre cuya versión a orquesta dura 18 minutos. La música es realmente dramática, triste y ascética, lúgubre e impresionante. Contiene un tema principal que se desarrolla y reexpone en diferentes formas, con la aparición de otros temas a modo de contraste.
Se realizó entre las primaveras de los años 1803 y 1804, estrenándose en agosto de 1804. Lo cierto es que desconozco la versión para banda de música, aquélla que se utilizaría o se utiliza puntualmente hoy en día, así como también desconozco quién pudo instrumentarla, o quienes, y la duración de dicha marcha fúnebre, porque me cuesta mucho creer que la adaptación para banda tenga la misma duración que el segundo movimiento entero de esta gran Sinfonía nº3. Ésta fue de una inspiración magna, coincidiendo con la etapa en la que Beethoven empezó a sufrir su enfermedad de sordera, una época azarosa en la salud de este genio y que ya empezaba a turbarle, pero ante la cual se sobreponía componiendo y escribiendo, canalizando sus sentimientos y reflejando sus sensaciones de contrariedad por lo que estaba padeciendo.
El gran Beethoven sinfónico nos legó una marcha fúnebre, aunque no de índole procesional y cofrade. Al igual que se han grabado otras grandes marchas fúnebres (Chopin, Thalberg, Wagner, Mendelsson...), ésta de Beethoven podría grabarse y darse a conocer públicamente. De interés cofrade no es, hasta ahí de acuerdo, pero sí tiene interés musical puesto que se trata de una marcha fúnebre, compuesta para otra finalidad, como lo fueron también el aria de Ione o el segundo movimiento de la Suite nº1, op. 45, de Peer Gynt: La Muerte de Ase