Mensajepor TERTVLIO » 08 Nov 2006, 01:27
El rocío de sus lágrimas le fluye a flor de cara;
las manos adelanta;
no es un santo de palo que venga sobre un ara,
es una agonizante
Madre que busca a su Hijo que lo llevan allí...
Fernando Villalón. Momentos de la ciudad
No sé si el llena eres de Gracia se lo decía Javier a la Virgen de Gracia y Amparo o a Sevilla entera... Porque el título resume la eterna magia que son los palios de Sevilla camino de la Catedral entre el vulgo mezcla de lo más humano y lo más divino en tardes de pesada luz. ¿No creen?
Esta es una marcha de sombras recortadas sobre esa luz que daña a ciertas horas de la tarde. Tarde en ciernes recuerdo del mediodía reciente. Con esa luz deseada. Pienso en un verso de Villalón para recitar al paso del poso de los siglos que, como digo, son los palios de Sevilla: es una agonizante Madre que busca a su hijo que lo llevan allí... Y entiendo esa prisa en ese ir y ese venir de parihuelas repletas de adornos.
La prisa del tránsito de los palios en Sevilla cuando la tarde es más tarde que nunca es la prisa de esa agonizante Madre que busca... Desesperación contenida en el verso de Villalón y fielmente reflejada por Javier Alonso, como digo en esta marcha de tránsito, de paso o, mejor dicho, coherente al máximo. Porque es una marcha para andar, para acompañar el camino a, el camino hacia. Lo que deben ser, y no suelen ahora, nuestras cofradías, vamos.
Y en esa pérdida de identidad, en esa pérdida de la medida, se están perdiendo también grandes obras como esta. Confundiendo la basura flamenka de las marchas calés de la canela con "nuestra" música, ya no se escriben apenas marchas en la Sevilla que a mi me gusta que tan bien la describan como esta Llena eres de Gracia.
Son las cinco, las seis de la tarde. Y un paso de palio pasa. Por aquella otra calle, otro. ¿Está o no Sevilla llena de Gracia?
Post Scriptum Como no sabía qué decir sobre esta marcha, me he dejado llevar por ella...