Eduardo Escobar de Rivas

Sobre los diversos compositores de nuestra geografía, desde el siglo XIX hasta hoy día.

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fiscal_palio
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Eduardo Escobar de Rivas

Mensajepor fiscal_palio » 29 May 2008, 21:51

Han pasado ya dos años desde que se publicara un libro de difusión gratuita sobre la vida del músico gaditano Antonio Escobar, sobrino de Eduardo Escobar de Rivas. Considero oportuno indicar las notas relativas a este gran autor que se incluyen en el mismo y que todavía no tenía un tema específico en ete foro:

Serafín Pro y Ruiz dedica a Eduardo Escobar una pormenorizada nota biográfica. La borrosa fotografía con que ilustra el texto refleja a un hombre recto, pulcramente uniformado con una casaca de apariencia militar. De su alargado rostro, destaca un fino bigote que delata un carácter cuidadoso, esmerado, quizá conservador. La expresividad de sus facciones, empero, delatan a un hombre contradictorio: expansivo, pero riguroso. Con la simpatía que lo caracteriza, el maestro Antonio Escobar añade sonriente: "¿Sabe? Mi tío tenía mucha guasa, pero es que entonces no se podía ser de otra manera".

Eduardo Escobar y de Rivas había nacido en 1879. Tras haber realizado sus primeros estudios musicales en Cádiz, se había trasladado al Conservatorio de Madrid. Allí había estudiado violín bajo el magisterio de don Jesús de Monasterio (1836-1903), por entonces considerado como uno de los mejores violinistas de España y que había dirigido la Sociedad de Conciertos y el Conservatorio de Madrid. Con veinte años, Eduardo ya tiene un papel relevante (primer violín) en la orquesta del Teatro Principal gaditano. El cronista Pro y Ruiz le atribuye por entonces la constitución en Cádiz de una sociedad de Conciertos.

Más tarde, vuelve a Madrid. Forma parte del sexteto que actuaba en el Teatro Eslava y de la orquesta del Teatro Real, de nuevo como primer violín. En idéntico puesto, con veintiséis años actúa dentro de la Sociedad de Conciertos (conocida más tarde como Orquesta Sinfónica). Un año más tarde, en 1906, ya como primer viola estrena en San Sebastián su primera obra, una Suite Andaluza, al parecer muy bien recibida por público y crítica. No detiene aquí su faceta de compositor sino como nos revela el cronista, sigue presentando nuevas creaciones. Alguna de ellas en Cádiz, como la Misa estrenada en la capilla de la antigua Casa Cuna. Otras obras a él atribuidas son una Gaveta (estrenada en el Balneario de la Victoria), Fiesta Gitana, Himno a la Constitución de 1812 y Rapsodia de tangos gaditanos. Junto a tales títulos merecen nombrarse alguna de sus marchas procesionales (Ecce-Homo) y piezas como La ninfa y el sátira. La trayectoria de Eduardo Escobar alcanza un definitivo empuje cuando es nombrado director del Grupo Filarmónico (que después llevará su nombre) y más tarde cuando gana las oposiciones como primer viola de la Capilla del Palacio Real. El eco de su talento llegará a oídos de don Manuel de Falla, con el que siempre tendrá un trato cordial y amistoso.

Poco antes de su nombramiento tuvo lugar un hecho llamativo. Se trata de una de esas muchas historias que circulan sobre Eduardo Escobar y que son de difícil verificación. Una vez otorgado al Maestro el premio de un concurso de bandas celebrado en la ciudad de Lina (Valencia), se produjo un gran alboroto en un sector de la población, ya que no estaban acostumbrados a que ganase un director foráneo, a pesar de que en aquel entonces representaba a la propia "Unión Musical de Liria". La elección de Eduardo Escobar había causado desde el primer momento la indignación de aquellos que esperaban un músico local como director del grupo. Tras el fallo del jurado, el apoyo de parte del público detuvo la algarabía. Poco más tarde, como para confirmar la valía de Eduardo Escobar, el rey Alfonso XIII lo nombraba Maestro de Capilla del Palacio Real.
Un hecho decisivo en su carrera (y a la postre en la de don Antonio Escobar) tiene lugar cuando el alcalde Ramón de Carranza llama y convence al maestro para la fundación de una Banda Municipal en Cádiz (que retomaba la primera banda civil, la del Hospicio, ya activa en los años veinte). Viendo que otras ciudades tenían su banda se propuso Cádiz también tuviera una. Según se tiene noticias Don Ramón habló a través de don Alvaro Picardo, concejal del Ayuntamiento, con Eduardo Escobar, quien, no sin cierta resistencia, aceptó finalmente.

Hoy no podemos hacernos la idea de lo relevante que fue su constitución para la revitalización musical de la ciudad. La banda constituida por cuarenta profesores de primera filay que disponía de una variedad instrumental poco frecuente (incluso disponía de su sección de cuerda, que contaba con contrapuestas recorren la breve historia de la misma. Una retrospectiva del Diario de Cádiz ha posibilitado tener conocimiento de cuándo y cómo fue Fundada:

LA BANDA MUNICIPAL ESTRENA EN EL FALLA EL NUEVO HIMNO A CÁDIZ EL TRANVÍA MOLESTA LA AUDICIÓN DE LOS CONCIERTOS EN LA PLAZA MINA

En la noche del día 12 tuvo logar en el Gran Teatro Falla el estreno del himno a Cádiz, obra del joven poeta gaditano, José María Pemán. La Banda Municipal, con una gran masa coral dirigida por el maestro Eduardo Escobar, interpretó el nuevo himno.
Esta canción ha sido elegida a través de un concurso público y resultó ganadora la presentada bajo el lema "Hércules Fundator". Abierta la corres¬pondiente plica, resultó ser su autor nuestro paisano José María Pemán. El importe del premio, 500 pesetas, será distribuido entre los pobres de Cádiz, según expreso deseo del ganador.
El estribillo base del himno a Cádiz señala: "Salve al pueblo prendido en la laida/ del último escollo del suelo español/ Cádiz blanco, al que un mar esmeralda/ circunda cantando, con una guirnalda/de espuma y de sol".
La banda municipal es una reciente creación de nuestro Ayuntamiento, habiendo sido director Eduardo Escobar de Rivas, que hasta hace poco dirigía la "Unión musical de Liria", en Valencia y tiene acreditado un enorme prestigio. Para la organización de la banda municipal el Ayuntamiento ha comprado todos los instrumentos necesarios y ha acondicionado el teatro del Parque Genovés, como lugar de ensayo.
La presentación oficial de la banda municipal tuvo lugar el miércoles 24 de julio en el Gran Teatro Falla, que fue decorado extraordinariamente para la ocasión. Los músicos lucieron un impecable unilorme con la guerrera blanca con vivos galones de oroy pantalón azul con franja grana. El maestro Eduardo Escobar cosechó un importante triunfo a base de elegidas músicas de populares zarzuelas.
Al día siguiente, la banda hizo su presentación ante el público gaditano interpretando numerosos temas desde el templete de la Plaza Mina. El único inconveniente fue el continuo paso de tranvías que con su molesto ruido no dejó en ocasiones percibir las afinadas notas de la banda municipal.


Esta noticia permite dar por errada la fecha comúnmente citada de 1931. También corrige la creencia de que el estreno de la banda fue el 25 de julio, día de Santiago. Ahora nos es dado saber que el estreno de la banda municipal se produjo el 14 de julio de 1929. No obstante, la noticia de la asignación de Eduardo Escobar como director de la agrupación es relativamente anterior, pues antes del estreno del Himno a Cádiz ya era conocida. Es más, Eduardo Escobar fue elegido como director del estreno del Himno de Pemán, precisamente por residir ya en Cádiz como anunciado director de la Banda. Significativamente, de este mismo año data una de las marchas procesionales más notorias de la época: Ecce-Homo, considerada en el entorno cofrade como la mejor marcha creada hasta entonces. Tal como registra el cartel del acto, dedicado a autores españoles, Eduardo Escobar aprovechó para presentar en Cádiz su suite Andalucía, en tres movimientos: "De Ronda", "En las salinas", "En la feria". Tales piezas son hoy casi inencontrables.

En 1932, según leemos en extractos del Diario de Cádiz de la época, Eduardo Escobar pasa a compatibilizar su labor como director de la Banda Municipal con la dirección de la Orquesta Sinfónica Gaditana:

La Orquesta Sinfónica Gaditana, dirigida por el maestro, obtuvo un señalado triunfo en su primera actuación celebrada el martes cinco de enero en el Gran Teatro Falla, ante los socios de Cultura Musical. El maestro de la Banda Municipal ha compuesto también un pasodoble dedicado al torero "Rebujina" que lo tocará el dfa 7 en Libertad.

Otro de los méritos de don Eduardo Escobar y de Rivas fue el de volver a divulgar e interpretar "Las Siete Palabras" de Haydn en la Santa Cueva. Otra breve noticia, esta vez de 1934, señalaba el éxito del concierto realizado por un cuarteto y con intervenciones del canónigo D. Francisco Serrano Cid.

La fundación de la Banda Municipal, se inscribía en la política de inauguraciones y difusión turística del alcalde Ramón de Carranza, quien dedicó el Gran Teatro o Coliseo a la figura de Manuel de Falla, municipalizó el Gran Balneario Reina Victoria, impulsó el final del Monumento a las Cortes (después de quince años de trabajo y demoras, y que no pudo ser celebrado en actos oficiales "pues los aires autoritarios no se avenían con los liberales que representaba el monumento "), la apertura de la Plaza de Toros y la construcción e inauguración del Gran Hotel Atlántico en el Bosquecillo del Parque Genovés.

A todo ello se sumaban festejos populares como la Velada de los Ángeles, Carnavales (con los José Suárez, Cañamaque y Macías) y grandes bailes de disfraces.

A partir de 1931, se inicia una época marcada por el desorden y la incertidumbre política que desembocará en la guerra civil. El 21 de julio de 1936, Diaria de Cádiz daba la noticia del triunfo del movimiento militar. A partir de entonces se sucederían los juicios sumarísimos. Políticos y militares destacados son fusilados en el castillo de Santa Catalina y en los fosos de Puerta Tierra. Junto a ellos desaparecieron ciudadanos civiles de diferentes estratos sociales: más de una veintena de maestros, dos médicos, once carteros, ocho oficiales de Telégrafos, setenta y ocho masones, treinta y cuatro chicos y chicas (cuyo único delito era portar banderas republicanas), todos ellos menores de veinte años../ A dicha cifra, habría que sumar la de aquellos que se veían encarcelados o vivían escondidos en casa de familiares o amigos. Paralelamente comenzaban a reconstruirse las Escuelas de la Viña que el 18 de julio de 1936 habían sido quemadas y saqueadas.

En 1941, es nombrado alcalde de la ciudad don Fernando de Abárzuza y Oliva. El grave estado de salud del director Eduardo Escobar y la política del nuevo alcalde llevan a la disolución de la Banda Municipal ese mismo año. Al parecer, Abárzuza pretendía transformar la banda en una Sociedad Anónima. Eduardo Escobar abandona su cargo ya que no estaba dispuesto a aceptar una conversión que significaba la pérdida en las tomas de decisión, que ahora dependía de una Junta constituida por Presidente y Secretario. No es cierto, pues, que desapareciera la Banda Municipal a la muerte del maestro, ya que ésta se produciría un año antes de la disolución de la banda.

Son significativas las palabras finales del biografista Pro y Ruiz:

Los que conocieron la importancia de este trabajo, felicitaron al llorado Maestro, que pasó en Cádiz por la gran amargura de ver deshechos sus trabajos en la Banda Municipal.

Del mismo modo en que se dispersaban las partituras del director, fueron separándose los miembros del grupo. Unos fundarían la "Filarmónica Gaditana", la cual, al carecer de plantilla fija se veía en la necesidad de contar con refuerzos de otras bandas militares. Con enorme esfuerzo lograron subsistir hasta principios de los setenta. Otra de las bandas a la que fueron a parar muchos músicos de la extinta Municipal fue la de "Educación y Descanso", también desaparecida. Numerosas anécdotas jalonan el recordatorio de Eduardo Escobar. En todas ellas, se hace patente la capacidad memorística y de improvisación del tío de Antonio. No me resisto a citar una de ellas:

Con motivo del Glorioso Movimiento Nacional, el Alcalde Sr. Carranza (...) quiso que se representara la popular zarzuela en dos actos "Cádiz" de los maestros Chueca y Valverde. Pero no... se encontraba la partitura de orquesta, n¡ aún la parte de apuntar, que todo radicaba en la Sociedad de Autores de Madrid, que aún no estaba rescatado al ejército rojo; y entonces el maestro Escobar asumió la responsabilidad de instrumentar para orquesta todos y cada uno de los muchos niímeros y pasajes musicales de la preciosa partitura... que se sabía de memoria a pesar del tiempo que hacía que no se ejecutaba.


En realidad, según apunta don Antonio, su tío Eduardo orquestó la zarzuela a partir de la versión que para piano él mismo conservaba, lo que no resta mérito a su orquestación. Curiosamente, hechos similares acontecerían a Antonio tiempo más tarde, cuando desparecieran "misteriosamente" las partituras de la Canción del Marinero, poniendo de relevancia una vez más el paralelismo entre uno y otro.


"Vida y Obra del Músico Gaditano Antonio Escobar Perera" (Juan Jesús Payán Martín - Fundación Municipal de Cultura del Ayto. de Cádiz, 2006).

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