Mensajepor Al-motamid » 27 Nov 2014, 19:34
Hola a todos. La revista Pasión en Sevilla de este mes de noviembre que se distribuye junto al periódico ABC ha recogido un artículo de Javier Macías titulado José Font de Anta, una vida en penumbra de "Amarguras". Dicho trabajo viene a reivindicar la figura del menor de los hermanos Font al que le otorga la autoría de Amarguras, entre otras marchas de procesión. Voy a transcribir algunos renglones:
A través de su padre, Manuel Font Fernández, desde San Juan de la Palma le enviaron cuatro fotografías de la Virgen y una carta con la que la hermandad le pedía a Manuel una marcha para la Virgen. "Ya que a mí no me haces caso, ¿serías capaz de negárselo a Ella?", le indicaba. "Manuel era el famoso cupletista, el extrovertido, el conocido, ¿a quién le pide la gente que le haga una marcha? A mi tío", cuenta José Ignacio Font (hijo de José Font), quien aclara que "él estaba en otra onda y, mi padre, en una muy distinta con ese sentimiento de dolor (José se enteró que había perdido a su amada y al hijo que esperaban al volver a Bruselas en 1919 tras la Gran Guerra, víctimas de un bombardeo). Mi tío lo rechaza y le da la idea del poema a su hermano, así me lo contó mi padre (...)."
Asimismo, el periodista señala que las principales obras procesionales adjudicadas a Manuel Font de Anta fueron registradas a nombre de José con su hermano mayor en vida, algo que prueba que éste último fue su autor. Que se le adjudicasen a Manuel se justifica a la popularidad de la que gozaba como cupletista, poniendo como ejemplo la postración que vivió Juan de Mesa en favor de su maestro Montañés hasta que se descubrió su figura y su arte. Como sabemos, José Font quedó tan afectado por la muerte de su hermano en 1936 que abandonó la música, "la música se acabó en mi familia con la muerte de mi tío Manolo", recuerda José Ignacio Font. También señala que la vida que llevó su tío hasta su muerte no hubiera sido aceptada por el Régimen, por lo que José Font y su familia trataron de sublimar la figura de Manuel potenciando sus valores religiosos. (Se deduce que fue por ello que no reclamó la autoría de sus marchas en favor de su hermano). José Ignacio Font Cabrera dice al respecto: "Cómo iba mi padre a hacerle la charraná a mi tío de atribuirse algo que hiciera él, incluso en vida. De hecho, cuando ambos componían algo, lo registraban a nombre de los dos". Dice el articulista que ocurrió lo contrario, que por amor a su hermano, José dejó que la figura de Manuel fuera la que destacara, viviendo en la sombra toda la vida, acudiendo incluso a homenajes como el que le brindó la hermandad de San Juan de la Palma, que descubrió una placa en honor de Manuel Font de Anta, "autor de la marcha "Amarguras". José, hermano de la corporación de la calle de la Feria, guardó hasta su muerte las cuatro fotografías que su padre envió a su hermano para la composición de la marcha.
Termina el interesante artículo con una pequeña historia ocurrida el Domingo de Ramos de 1988, último que viviría José Font de Anta, que acostumbraba a ver a la Virgen de la Amargura junto a su hijo de regreso por la calle Alcázares, viéndola marchar a los sones de "su" marcha. La cofradía discurría por la calle de Tetuán y José, ya en silla de ruedas, estaba junto a su hijo viendo pasar a su hermandad. Allí se encontraron con el cofrade y vestidor Manuel Caballero, muy amigo de José, uno de los pocos que conocía su verdadera historia. Impresionado por su mal estado de salud, Caballero volvió la vista a la procesión y vio de lejos el paso de palio, despidiéndose y caminando presuroso hasta llegar al fiscal del paso al que dijo: "Hermano, en aquella esquina se encuentra José Font de Anta, autor de la marcha de la Virgen, que probablemente sea la última vez que la vea en la calle. Sé que el horario es el horario, pero solo le pido que, si puede ser, detenga a la Virgen en ese sitio. Muchas gracias". El nazareno asintió en silencio. Minutos después, al llegar el palio a donde se encontraba José Font, empezó a girar a los sones de Amarguras, arriándose frente a él.
No sé qué opinaréis al respecto. Ya sabemos que la familia de José Font reclamó para él la autoría de marchas como la citada Amarguras o Soleá dame la mano y no se llegó a nada concreto. ¿Es posible que el padre mintiera al hijo? Y, ¿con qué fin? En mi opinión, no es descabellada esta historia.
Saludos