Mensajepor jersax » 04 Ago 2007, 10:05
Metiéndome en el pantanoso terreno de la estética musical, y de modo "muy de andar por casa" se observa que la obra musical va en consonancia aproximada con su tiempo (suele ir por detrás), o al menos con lo que se piensa. También se hace mayor referencia a la música que "se sale de la norma" y que hace evolucionar algún concepto musical.
Ahora bien, la música procesional tiene varios componentes, a saber:
1) Es música para desfile, y no música de danza.
2) Tiene un componente sacro importante.
3) Tiene un componente popular también bastante importante ( a mi modo de ver, destaca éste sobre el sacro )
De ahí se extraen unas conclusiones y es que no es apta para un desarrollo estético que alcance por ejemplo el serialismo o estilos que no serían aptos para los tres componentes antes señalados.
No obstante, eso no quiere decir, que nos quedemos en el fabuloso mundo de los clichés musicales y repitamos lo que dicen ¿las normas, qué normas?. Hay más mundos por explorar además de los acordes de tónica, dominante y subdominante, más que empezar en DOM con cornetas y acabar en FAM, hay más que la música sea un cadencia andaluza continua y machacona, hay esquemas formales más variados que los que todos ya nos conocemos...
¿El porqué no transciende? Porque, ¿cómo vamos a hacerle ver a un compositor de ciertas garantías las bondades de aportar algo interesante a la música cuando la mayoría es producto de mercado en el que ni la innovación ni la calidad son la base del mismo?
No estoy pidiendo experimentos raros, estoy recalcando que hace un siglo se era más vanguardista que ahora, ¿porqué? Los compositores hacían lo que sabían y querían, con unos conocimientos y una experiencia; ahora casi cualquiera se permite hacerlo, lo cual no es malo de por sí, es malo cuando además es algo interesado.
Continuará...
Saludos.