Mensajepor EspejoCofrade » 21 Abr 2010, 12:21
Creo que ya todos lo han explicado, pero bueno, me serviré yo de varios ejemplos.
Farfán se inspiró en músicas del folclore típico y castizo de aquella época para Pasan los Campanilleros, también, para más genialidad, en el sonido de un palio golpeando los varales y en muchas cosas y sonidos varios en sus marchas, y le salieron GENIALIDADES de una CALIDAD increible, que para colmo ROMPIO MOLDES en aquella época anclada en lo romántico o fúnebre para Semana Santa. Es decir, innovó, hizo obras magníficas y muy bien hechas, que hoy en día, 100 años después, siguen siendo un referente.
Gámez Laserna se inspiró en Saetas (palos de flamenco) e incluso en polifonía (de su propia creación), para crear algunas de las marchas más grandiosas y elaboradas que jamás ha compuesto nadie más. Otro genio insuperable.
Muchísimos GRANDES COMPOSITORES han sabido usar músicas y melodías relativas a la imagen a la que va dedicada, al momento o al lugar y con ellas, elaborándolas con muchísimo trabajo de armonía, contrapunto y demás trabajos de composición, han creado GRANDES OBRAS.
Y por venirme más cercano en el tiempo, José de la Vega ha usado muchísimo la cadencia andaluza, temas andaluces o incluso clásicos, se ha inspirado en sonidos y momentos y todo ello para crear obras musicales fabulosas de una calidad apabullante en muchísimas ocasiones, tanto que algunas veces choca a primera audición. Es un compositor de GRAN MÚSICA, no se queda en componer una simple marcha... no, compone música a lo grande, muchas veces sin pensar en que luego tiene que ser interpretada por una banda que no siempre son músicos del más alto nivel, pero sólo sabe y quiere hacerlo a lo grande.
Por poner otro ejemplo de alguien no tan conocido, pero sí muy querido y admirado por mi, Rafael Wals Dantas, con una inspiración asombrosa en los aires, formas y gustos populares, andaluces, flamencos, gitanos etc creó una marcha fabulosa para la Esperanza de Córdoba "La Gitana", Tras Tu Verde Manto, que posiblemente se haya convertido en la marcha que más identifique en todo a lo que significa la Esperanza en las calles de Córdoba. Una marcha que demuestra que se puede hacer una grandísima obra musical muy rica y de altísima calidad y que gusta mucho sin tener que rechazar el folclore, lo popular, lo alegre, las cornetas, la complejidad, los colores y las formas más andaluzas y propias de nuestra tierra. Una genialidad extraña en nuestro tiempo en el que todo se hace casi monótono.
Por contra, además del rumbero que se pone de ejemplo negativo al principio y otros muchos que más o menos hacen lo mismo, ponerle un acompañamiento facilón a una melodía agradable sin tener suficientes conocimientos de composición o de formas musicales para crear una marcha procesional como obra musical, si no simplemente hacer una música, como el que se pone a hacer turrón y le sale un polvorón, y cosas por el estilo, también hay otros, como el famoso y "querido" compositor, que se cree el dios de las marchas por haber compuesto cientos, conocido por sus fanfarronadas incoherentes, salpicadas con barbaridades que salen de su boquita cada vez que la abre y que literalmente basó y sigue basando su carrera compositiva casi al 100% en un corta y pega simplón, vergonzoso y muy rechazable. No basta tampoco con hacer algo "correcto" compositivamente, tienes que CREAR y hacer cosas especiales y elaboradas, no basta con hacerlo simplemente bien a costa de que sea simplón, repetitivo, como de molde y hasta copiado.
Por tanto, SÍ a incluir folclores o músicas populares alusivas (hasta un límite razonable) o inspiraciones, pero NO a hacerlo de cualquier forma sin la mínima calidad y formas que la COMPOSICIÓN y CREACIÓN que una obra musical de cualquier índole requiere, máxime tratándose de música procesional para Semana Santa en la que no se debe tolerar el "todo vale".
Saludos.