Desde hace ya algunos años, como bien sabéis se ha producido un movimiento de cofrades, músicos/as, compositores/as, investigadores/as que ha conseguido en estos pocos años, lo que hasta hace poco parecía imposible: rescatar una enorme cantidad de obras y marchas que, por distintas cuestiones habían quedado en el olvido.
Es indudable la enorme repercusión que ello ha tenido en los repertorios de casi todas las hermandades, ¿quién se imaginaba a la Virgen de la Victoria entrando en campana con Victoria Dolorosa? ¿Quién conocía marchas como El Refugio de María, o el Calvario de un Artista? (sirvan estos a modo de ejemplo)
Ello también ha hecho que desde hace algún tiempo, los repertorios sean mas cuidados y selectos, si bien, y no en pocas ocasiones ello ha supuesto motivos de polémica y enfrentamiento entre hermanos de una misma hermandad.
Según yo veo en la actualidad hay un serie de personas que no han evolucionado y siguen en su "sota, caballo y rey" es lo que conocen. (desgraciadamente son gran mayoría, hablamos de costaleros, capataces, y juentas de hermandades)
Y en el bando "opuesto" hay una serie de "estudiosos, amantes y ...eruditos de la marcha procesional" motores en gran medida de la revolución que se ha producido (desgraciadamente, estos suelen ser pocos y en general tildados de excéntricos)
En esta situación los unos se echan culpas a los otros, sin darse cuenta, que en la elección de un repertorio, se deben escuchar TODAS LAS OPINIONES, y nadie debe CREERSE CON LA VERDAD ABSOLUTA.
Pongamos un ejemplo: la hermandad decide poner como fiscal de banda a un/a "estudiosos, amantes y ...eruditos de la marcha procesional" y este señor/a decide de forma unilateral rehacer el repertorio completo, como piensa (de forma acertada) que es quién más sabe de marchas, elabora un repertorio muy del gusto de la crítica musical con marchas buenas, buenísimas, pero... en algunos casos desconocidas, olvidando marchas que, no por repetidas dejan de ser grandes marchas.
Llegamos a la calle y las cosas no son tan bonitas porque alrededor de un paso hay muchisima gente y puede haber quién se emocione con Mektub, pero también habrá quién se emocione con Encarnación Coronada, pero OJO, esta última es homus horribilis, no se puede tocar.
Y como en todo en la vida, la intransigencia conlleva más intransigencia, y al final gana el mas fuerte, quién mas pesa en una hermandad (generalmente los del primer grupo) y volvemos a renglón seguido a "sota caballo y rey"
Todo esto me lleva a plantearme que si se quieren cambiar cosas, no se pueden hacer revoluciones, sino más bien transiciones (que deben llevar años incluso) de forma que donde antes se tocaba Aire de Triana, ahora se pueda tocar Maria santisima de la O y en el futuro, La Esperanza de Triana. (siempre ejemplos orientativos)
En definitiva, y es mi opinion de músico y cofrade con 15 años de practica en musica procesional: "si desde aquí planteamos una revolución drástica en los repertorios nos pasará lo que ya ha ocurrido en ciertos lugares, que al final regresaremos al sota, caballo y rey"
MUCHAS GRACIAS A TODO/AS (sobre todo por el esfuerzo de leer esto) y a ver qué opináis.