Mensajepor Gran_poder_Perchel » 24 Abr 2011, 20:34
Estoy de acuerdo con lo que plantea Pastor; desgraciadamente, la música de capilla es el "niño feo" de la música procesional en vista a la popularidad, y esta debería ser precisamente lo que plantea Pastor: tener la misma importancia que la marcha procesional, aún teniendo una instrumentación menos espectacular y aún teniendo otra función con respecto a la marcha.
En este sentido, creo, que obviando las grandes joyas y las piezas de algunos compositores que se preocupan por crear cosas con interés, muchas otras piezas son directamente "sosas", sin gracia, sin desarrollo, sin forma clara, con técnicas demasiado sencillas, a veces, y con razón, aburridas por intentar buscar un tempo demasiado lento para una música, muchas veces homofónica, sin nada que haga un "tilín" al oyente.
Creo, que la solución pasa, en estos casos, por la innovación o la creación más compleja de la música de capilla, esto es, que no sean simples acordes en su más que aburrido tempo hiperlento; todo tiene cabida, pero tambien un límite; el intentar hacer "saetas del silencio" a mansalva pasa a anquilosar el género hasta límite insospechados, hasta el punto de que la gente, y con razón, le aburre este género, por que nada más que se escuchan ( salvo excepciones como digo) piezas con un mínimo interés compositivo.
En mi caso, y como gran amante de este género, he intentado e intento componer piezas de capilla que no sean simples acordes homófónicos; por ejemplo, me baso mucho en el contrapunto, la fuga o el coral (no necesariamente estricto); así como hacer piezas con formas temáticas o tonales (forma sonata monotemática, forma lied, forma rondó, desarrollo motívico u otras formas más libres); además, y, aunque no me alejo demasiado de la armonía tonal, si que busco otro tipo de armonias, digamos, un poquito más evolucionadas de la armonía clásica tonal.
En definitiva, y lo que quiero decir, es que intento innovar un poquitín, y hacer cosas más complejas de lo que escucho actualmente, y creo que eso es lo que debería hacerse en este género: innovar, desarrollar, más técnica, más forma, que no sean simples acordes sentimentaloides.
Siento mucho tambien este egocentrismo mío, sé que me he pasado mucho al ponerme como ejemplo, pero simplemente intento explicar mi visión de lo que es o debería ser la música de capilla: una pura innovación acompañada de técnica compositiva, aunque sea mínima, solo así, a mi parecer, la música de capilla alcanzará las cotas de calidad que solo han alcanzado los maestros y algunos compositores actuales ( que tambien son ya maestros), los demás nos conformaremos con crear algo con un mínimo de ínteres, pero al menos, se intentará; así lo veo yo, repito: el género necesita renovarse en cuanto a técnica y a formalidad generalmente, que no sea simples acordes, que tengan algo, lo que sea, mínimamente, pero que tenga algo que demuestre un ínteres compositivo.
P.D: perdón por la reiteración y la parrafada.