Inserto aquí el contenido íntegro de una entrevista realizado a Abel Moreno y publicada hoy en el ABC-Córdoba, con motivo del concierto que dará hoy en Córdoba con la Banda del REgimiento del Inmemorial del Rey. Juzguen ustedes. Con respeto, eso sí
ABEL MORENO, Compositor: «El secreto de «La Madrugá» es que hace crecer el interés hasta el final»
El músico onubense se despide hoy de Córdoba. Dirigirá a la banda del Regimiento Inmemorial del Rey en el concierto benéfico a favor de Proyecto Hombre que organiza la cofradía del Calvario. Más de cien marchas contemplan a uno de los compositores más influyentes del género
TEXTO: LUIS MIRANDA. CÓRDOBA/
Pocos autores han marcado tanto el género de las marchas procesionales como el teniente coronel Abel Moreno Gómez. Director primero de Soria 9 y ahora de la banda del Regimiento Inmemorial del Rey, su fecunda inspiración creativa le ha llevado a ser autor de más de un centenar de composiciones, algunas tan celebradas como «La Madrugá». Ha grabado multitud de discos, ya clásicos entre los amantes de la Semana Santa.
-¿Está satisfecho con su labor de compositor y con su amplia obra?
-Tengo que estar satisfecho porque de marchas procesionales tengo más de cien, además de 15 ó 20 peticiones. Pensaba que cuando me destinaran a Madrid se iban a olvidar un poquito de mí las hermandades, y es al revés. De Andalucía han seguido encargándome las mismas marchas que antes y se han duplicado, porque me encargan de León, de Zaragoza y de toda España.
-¿Es bueno componer tanto, no se resiente la inspiración?
-Yo siempre he querido descansar un año, parar un poco, pero no me lo permiten. No es sólo la inspiración, sino que se pueden repetir cosas. Pero no te dejan. Hay coronaciones, son compromisos, y la gente te aprieta. Mientras más compones más quieren que compongas. Hay veces que todo el mundo quiere una marcha de Abel Moreno.
-Quizá sea una parte del reconocimiento del público.
-A mí en el fondo me congratula que la gente se acuerde de mí, y me llena de alegría, pero puede ser un problema.
-Su etapa en Soria 9 destacó, además de por sus composiciones, por haber editado muchos trabajos discográficos, que fueron los pioneros en toda la explosión posterior.
-En Sevilla y en toda Andalucía, lo que hacía Soria 9 era el espejo de todo. Hice una marcha con una saeta de trompeta, «Lloran los clarines», que no se había hecho nunca. También la marcha rítmica, como «Hermanos costaleros» y «Virgen de los Estudiantes», que tanto gustaron a la gente.
-Y de ahí partió la voluntad de las bandas de grabar constantemente.
-En los años 40 una banda hacía un disco y en cinco años no hacía otro. Las marchas se estaban machacando durante muchos años. Ahora hay mucho afán de grabar. Lo importante es grabar y se hacen muchos discos.
-¿Y se graba bien?
-Ahora graban todas las bandas. Antes para grabar había que tener una cierta categoría. Ahora llegan ellos con el dinero a la casa discográfica y se encargan después de vender los discos. Y se graba mucho. Los adelantos técnicos están bien, pero no pueden hacer milagros si una banda está desafinada o no tiene calidad.
Condicionado por sus antecesores
-¿Cuándo y cómo empieza a componer marchas procesionales?
-Cuando llegué de director a Algeciras, me acuerdo que compuse una marcha de gloria para la patrona de mi pueblo, la Virgen de Flores. Tenía ésa y nada más. Hasta que llegué a Sevilla, y me encuentro con que los directores anteriores de Soria 9 habían tenido una categoría componiendo: López Farfán, Gámez Laserna, Pedro Morales. Eso me obligaba un poco. Si al principio hubiera obtenido un rechazo me habría aburrido y hubiera dicho que este no es mi camino. Pero hice «Hermanos costaleros» y «Lloran los clarines» y gustaron mucho. En Sevilla no se pensaba que un director de Soria 9 no cumpusiera para la Semana Santa.
-De «La Madrugá» destaca su peculiar estructura, que hace que sea distinta de las demás marchas.
-«La Madrugá» se escapa de la forma tradicional. Si se quería hacer una marcha que representara a toda la Madrugá sevillana había que buscar un motivo musical para cada una de las seis hermandades representadas. Eso era más grande. Y cada cofradía era un tema, pero había que enlazarlo. Con un enlace natural, que no se viera que es un pegamento, sino lógico. Y una cosa muy importante, es que es como una película o un libro, que a medida que se lee adquiere más interés. Conseguir que una composición llegue hasta el clímax final cada vez con más interés es muy difícil. Esta es una cosa que, para mí, no tiene ninguna marcha, ese interés gradual.
-Y marcó un antes y un después...
-Es curioso, porque cuando la grabé la casa discográfica no se atrevió a ponerla la primera del disco. Abrió creo que con «Virgen de los Estudiantes», porque decían que «La Madrugá» era muy fúnebre. Yo les decía que era lo mejor que había hecho. Luego el público la aceptó y la entendió, no sólo en Andalucía y Sevilla, sino en toda España. Incluso en el Teatro de la Ópera de Niza tuvo mucho éxito.
-¿En quién se fija de los compositores clásicos?
-De la escuela sevillana están los Font, pero no he aprendido mucho de ellos. Farfán me gusta más como músico militar, porque era un hombre que creaba cosas. Yo, compositivamente, en cuanto al tratamiento de las melodías y los contrapuntos, he admirado mucho a Emilio Cebrián, el de «Nuestro Padre Jesús», aunque no es de la escuela sevillana. Pero la marcha que más me gusta de las que no son mías es «Virgen del Valle».
-¿Cuál cree que es su aporación al género de la marcha procesional?
-Cuando yo llegué a Sevilla había la marcha fúnebre de toda la vida y la de cornetas, como «Estrella sublime». Yo quería hacer una marcha que no fuera fúnebre, que ayudara al paso pero que tampoco fuera con cornetas, porque me ensuciaban la música. Creé esa marcha, como «Hermanos costaleros», «Virgen de los Estudiantes» o «Macarena». Lo de las cornetas era porque las bandas que tenían una música regular lo tapaban así. A mí me gustaba que Soria 9 se oyera.
El enlace es:
http://cordoba.abc.es/cordoba/pg050215/ ... OR-020.asp