El penúltimo cruce de opiniones más o menos airado del Foro ha tenido lugar entre dos usuarios que decían que si uno iba a criticar las marchas que el otro había compuesto y me ha hecho animarme a dejar por escrito algunas reflexiones que siempre me hago sobre este tema. Y es que siempre que se habla de esto me llama la atención el tono despectivo que se emplea para referirse a la crítica. ¿Por qué?
Leo en el DRAE lo siguiente: crítica: examen y juicio acerca de alguien o algo y, en particular, el que se expresa públicamente sobre un espectáculo, un libro, una obra artística, etc. Y del verbo, juzgar de las cosas, fundándose en los principios de la ciencia o en las reglas del arte.
¿Qué tiene de malo, pues, una crítica? Las habrá que nos favorezcan y/o gusten y las habrá que no nos favorezcan y/o no nos gusten pero de ahí a condenar al que la emite... De ahí a dar por hecho que hacer una crítica es algo a condenar de antemano, me sorprende y entristece. Es comprensible temer a la crítica; toda vez que el esfuerzo de alguien se somete a la opinión de los demás, es lógico que temamos una respuesta que no nos pueda agradar pero de ahí, como digo, a condenarla de antemano atenta contra las más básicas libertades... La misma libertad que un compositor ha tenido para escribir una obra que yo he escuchado, yo la tengo para emitir un juicio sobre la misma. Sin que ello, nos agrade o no dicha opinión, suponga un atentado contra nuestra obra.
¿Qué opinan ustedes?
Post Scriptum No sean muy críticos conmigo...