Descripción de la marcha aparecida en un artículo del boletín anual de la Hermandad de los Dolores del Viso del Alcor, a cuyo titular está dedicada la marcha:
"Para describir brevemente la marcha “El Amor de Cristo”, puede decirse que su partitura comienza con una contundente introducción triunfal en varias llamadas de metales replicadas con escalas ascendentes de madera, sutil forma de anunciar que la muerte de Cristo por Amor es un triunfo para la vida. A continuación aparece delicadamente el desarrollo del primer tema: una melodía de maderas que se repite con distintas variaciones, consiguiendo así enmarcar la paz que envuelve al Cordero que en la Cruz se halla para redimir nuestros pecados. En la primera de dichas variaciones sólo aparece la madera con el sostén armónico de bajos y trombones; la segunda variación introduce un contrapunto de tenores y fagot; mientras que la tercera, ya en modo forte, incluye una sutil modulación, además de una introducción de metales agudos para melodía y contracanto (trompetas y trompas) que desemboca en una pequeña coda como clímax del tema in crescendo. De este modo se llega a la meditación profunda del segundo tema, que es una trama suave que en la marcha fúnebre sustituye a la sección de fuerte de bajos característica de la marcha alegre. En nuestro caso particular no consta de una melodía como tal, sino que es un entremodo armónico basado en contrapunto de madera aguda y bajos, más arpegios de madera grave y trompas, todo gentilmente acompañado por llamadas de trompetas a semejanza de las que hacían la introducción. Este contrapunto de la madera da carácter a la marcha sin salirse de la línea solemne que atraviesa toda la partitura. Continúa una sección en la que se produce un cambio de tonalidad en un tramo que nuevamente recuerda a la introducción, y nos sirve para desembocar en el trío; el cual consiste en una deliciosa melodía que aparece por duplicado (piano y forte), con la diferencia añadida de que en la primera ocasión sólo emerge con acompañamiento armónico, mientras que en la segunda tiene un contrapunto añadido que le da la fuerza suficiente para desembocar en la coda final de tres compases con las llamadas características que aparecen durante toda la marcha, dándole cohesión a la misma. En resumen, puede definirse como lo que popularmente se denomina un “marchón” en toda regla."
Para ver el artículo entero, ver a partir de la página 52 del boletín que puede descargarse en el siguiente enlace:
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