Mensajepor OMAR_CHAVEZ » 27 Ago 2011, 23:55
Bueno les dejo aqui un mensaje que me envio el compositor en respuesta a mi interes sobre la marcha que ha compuesto, es muy completo y creo que les va a interesar mucho, tambien estoy buscando una grabación del estreno en el concierto del dia 14, haber si hay suerte y se las dejo por aqui apenas aparesca.
Les dejo el mensaje integro que no tiene desperdicio:
“Estimado Omar: En relación a tus amables preguntas sobre mi marcha Luz y Gloria de Sevilla, trataré de la manera más completa posible, de expresar todos los detalles que han rodeado su composición y su estreno.
He tardado mucho en decidirme a escribir una marcha porque no me gusta escribir nada si no le encuentro un mínimo de interés a la vez para mí y para el público.
De siempre tuve claro que si alguna vez escribía alguna marcha debería ser algo distinto, y complejo, pero que el resultado sonoro(que es lo que cuenta)fuera tradicional, aparentemente sencillo, síntesis de estilos distintos, agradable para el público, y sobre todo, sevillano. Particularmente , no me interesaba realizar una composición con acordes y melodías extraños, que sonaran a música ajena a Sevilla. Yo podría haberlo hecho así también, por supuesto, porque para el que compone –si sabe hacerlo- no hay ninguna dificultad especial añadida en hacerlo de una manera u otra: se escoge un estilo u otro, y se acabó; pero yo soy sevillano y quería reflejar la Semana Santa de Sevilla, la que yo vivo, como imagino que harán los de Berlín o los de Marte con las suyas.
También quería que la obra que alguna vez compusiese fuera una especie de clímax seguido, sin reposo, como una explosión de luz continua, sin que la atención del oyente se desviara por un momento ante la aparición de un tema secundario de menor interés, o más calmado, teniéndolo, por el contrario, todo el rato en tensión, pero en una tensión poética, algo así como la que se experimenta ante la vehemencia de la luz de uno de esos días de la Semana Santa en Sevilla, radiantes de sol(o de luna), de música, de palabras, de aromas, de recuerdos...
Todo eso, lo tenía presente cuando recibí el ofrecimiento de componer una marcha que conmemorase el viaje de la Virgen de Regla de los Panaderos a Madrid, para participar en el Vía Crucis que presidiría S.S. el Papa Benedicto XVI con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud.
La responsabilidad era grande, el momento, histórico e irrepetible, la Hermandad de los Panaderos y su Virgen de Regla fueron siempre para mí motivo de inspiración y pueblan mi memoria de bellos y gratísimos recuerdos. Era el momento. Acepté encantado.
No obstante, quizás por el peso de la responsabilidad, recién aceptado el encargo, pasé por una época en que no me convencía ninguna idea musical que manejaba. No quiere decir que fueran malas. Seguramente hubiera podido componer unas cuantas marchas con esas ideas, pero , con arreglo a la intención compositiva mía, que he describo anteriormente, simplemente no me convencían.
Casi todas las obras tienen su anécdota. Las anécdotas, son sólo eso, y no tienen más valor que el de lo pintoresco. Pero, aunque sólo sea eso, no dejan de tener su interés. La anécdota de “Luz y Gloria de Sevilla” es la siguiente:
Ya empezaba a agobiarme enormemente la situación, pues la fecha del estreno se acercaba y aún no acertaba a encontrar un buen tema. Hasta que una noche, al regresar a casa, después de haber estado dando una vuelta por Sevilla hasta horas muy tardías, me dormí pensando -¡cómo no!- en la marcha, dándole vueltas y más vueltas a posibles temas y estructuras musicales que, seguían sin convencerme.
Tuve entonces un sueño que no debió durar más de unos breves minutos, pero que estaba cargado de detalles. Resumiéndolo, en el sueño asistí a una ceremonia religiosa en una iglesia que reconocí como la de Santa Inés. No había nadie, excepto el oficiante, que estaba de espaldas en el altar. Cuando se volvió, vi –sin asombro por mi parte, a pesar de la situación- que era Juan Pablo II. Señaló al órgano y dijo unas palabras, de esas aparentemente inconexas que aparecen en los sueños, sin significado aparente: -Ahí la tienes. Es Sevilla.
Al punto sonó una melodía, y me desperté. Era de madrugada, y sonaban todavía de forma nítida en mi mente las palabras y la música del sueño(apenas unos cuantos compases), así que antes de que me durmiese de nuevo y se olvidaran, me apresuré a anotarlas: las palabras y –especialmente- la melodía, penetrante y bellísima.
Al día siguiente, a partir de este tema musical, y ya con la idea clara de la estructura que iba a darle a la obra, me puse a trabajar sin vacilación hasta que la concluí al cabo de unas semanas.
En lo musical, la marcha tiene una estructura ternaria. Sin proponérmelo, y después de concluirla me di cuenta de que casi es una forma sonata. No hay repeticiones exactas(por esta razón me ha costado “tela marinera” a la hora de hacer las particellas individuales de los instrumentos, porque casi no cabe en una página). Lo único que se repite casi igual (y tampoco “exactamente igual”) son los compases de inicio, en do mayor, que aparecen al final de la obra en la misma tonalidad.
Luego, también se repite en la segunda parte de la marcha el tema principal de la obra(que es el que empieza en el punto 0:38 de la grabación de piano), pero , como verás, no se escucha repetido igual: la primera vez que aparece, está en Fa sostenido menor, la segunda(2:58 ) en la menor, y aparte de la tonalidad, como se aprecia, no es una repetición exacta, de hecho, a partir del minuto 2:46, lo que está teniendo lugar es una reexposición abreviada: se eliminan corta elementos que antes estaban en la primera parte, y se intercalan algunos pequeños motivos que antes no figuraban.
Entre estas dos reexposiciones hay un desarrollo que empieza en el minuto 1:56 y termina en el 2:46(donde comienza la reexposición de que hablábamos).
Este desarrollo presenta algunos artificios bastante complejos, pero lo mejor que se podría decir de ellos es que “no se notan”, porque en arte, la dificultad tiene que estar de fondo, y el resultado tendría que parecer sencillo y resultar agradable al oído. Si no es así, y lo que se pide es que el público adiestre su oído para comprender obras enormemente complejas que solamente le gustan al compositor, entonces...el compositor tiene un problema de comunicación, no el público.
Volviendo al desarrollo de la marcha, éste está compuesto de los siguientes elementos:
el motivo de corchea con puntillo y semicorchea que aparece en el min. 0:16, y, sobre todo, en una elaboración contrapuntística de dos melodías muy familiares en la semana Santa: la Marcha Real y el Himno Nacional de España. Éste último suena de tres maneras: en modo menor, en su versión original en modo mayor, y también invertido, al mismo tiempo que está sonando, de manera simultánea, los motivos de la Marcha Real, desarrollados. En el min. 2:34, a través de un enlace construido con el tema del Himno Nacional, la marcha se encamina hacia su reexposición.
En el desarrollo, los temas mencionados, suena como si estuvieran envueltos en un velo de melancolía. Es como una ensoñación lejana de los recuerdos de Sevilla.
En el minuto 3:20, y después de una modulación del ámbito de la menor hasta do menor/sol frigio, hay un pasaje de coda, conclusivo. Algunos amigos míos me han preguntado por él, diciendo que parece como flamenco o copla...ciertamente no pueden tener más razón. Veo que mi propósito ha sido captado por el público que siempre es sabio: efectivamente, suena flamenco. Se trata de unos fragmentos, algo transformados del Mirabrás (según la versión que yo aprendiese de mi tío Juan Valderrama), uno de los cantes del repertorio flamenco, originarios de la costa gaditana, donde tiene la Virgen de regla una clásica advocación, que une a España con sus hermanos, los pueblos de América del Sur.
Para terminar de forma circular, la obra, como dije, deja sonar otra vez su comienzo, pero con dos o tres detalles conclusivos que están ausentes al principio.
He pretendido aunar en una sola obra todos los estilos musicales de la Semana Santa sevillana, todos los matices y colores que yo veo y oigo en Sevilla. Por ello, he comenzado(y terminado) con un guiño a las típicas fanfarrias presentes en obras maestras como “Estrella Sublime”, para seguir sucediéndose después elementos nostálgicos, alegres, serios, populares, señoriales, militares...Es como un mosaico. Esta idea, arriesgada, podría haber resultado en un bodrio de pieza si no se hubieran sabido equilibrar y distribuir los temas, pero creo que no ha sido el caso.
Estoy bastante contento porque a la gente, en general, le está gustando casi sin excepción. Y eso es lo verdaderamente importante cuando se compone, porque si yo compongo una obra muy buena que me guste a mí solamente, pues la escucharé yo...
En este sentido, una vez entregué la marcha, yo tenía ese punto de intranquilidad, hasta que el Hermano Mayor de los Panaderos, Emilio Santiago, El Comisario de la Hermandad en la Jornada Mundial de la Juventud, Antonio Mejías, y yo nos encontramos y me expresaron su satisfacción y lo mucho que les había gustado la composición. Llegándose a decir que hasta el mismo título, ya de por sí, era precioso.
Eso sí: aunque mi pretensión, en principio, no era hacer una marcha difícil de tocar, no ha podido ser de otra manera al final, porque esa idea de clímax que perseguía yo, por más vueltas que le he dado al tema de la simplificación, requería que fuese así.
Efectivamente, según me han dicho es una prueba de fuego para una banda. Con objeto de crear una sonoridad sinfónica constante, los músicos casi no dejan de tocar en ningún momento. Sé que esto es difícil, pero es la idea sonora que tengo de la obra.
No obstante, al estar ya el precedente decisivo de su estreno por parte de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, la marcha ya está ahí y, si bien no es fácil, es perfectamente interpretable, y hoy todas las bandas suelen tener un buen nivel interpretativo. Verdaderamente, la interpretación que hizo la Banda Sinfónica, bajo la batuta de su titular, Francisco Javier Gutiérrez Juan la tarde del 14 de agosto fue absolutamente magistral. Karajan y la Filarmónica de Berlín podrían haberlo hecho igual...pero no mejor.
Como sabes, al final, la marcha(cuyas partituras yo envié el 24 de Julio), no se tocó en Madrid, porque el director de la banda dijo que no le daba tiempo. Pero bueno: eso ha sido una anécdota, ya que Luz y Gloria tuvo un estreno grandioso y estará por siempre ligada, de manera oficial a la Virgen de Regla de los Panaderos y a su presencia en Madrid. Esta es “la Marcha de los Panaderos en Madrid(y en el Mundo)”; lo otro es un contratiempo de un día, contratiempo que se olvidará. Además, el contratiempo quedó rápidamente olvidado, incluso en el mismo Madrid, ya que la hermandad ha hecho entrega a Benedicto XVI de una obra para coro y orquesta dedicada al Pontífice, compuesta por mí después de terminar la marcha.
La Hermandad está muy feliz con la obra, y , claro está, por supuesto, con los eventos de la Jornada Mundial de la Juventud, que han resultado perfectos, y que han propiciado que, si los Panaderos eran ya una hermandad con solera, categoría y tradición, gracias a estas circunstancias históricas que hemos vivido, ahora su nombre y la devoción de sus titulares han calado en millones de personas fuera de Sevilla.
Con la Virgen de Regla ha sido toda Sevilla la que ha estado en Madrid, y desde Madrid, Sevilla se ha proyectado a todo el mundo.
Ha sido la apoteosis de la Luz y la Gloria de Sevilla.”