Marcha del despacharse rápidamente el trance. Aquí está el muerto, ¿no?, pues aquí está la marcha, hala, llévenselo. Con gravedad pero sin pausa. Y los de las pompas fúnebres subieron al finado a un carruaje y se lo llevaron con el señor Soler Ridaura echándole tinta al pentagrama. Y una señora de toca y huéspedes en casa como diciéndole a Soler: ay, don Francisco, bien que le podía usted dedicar algo de lo que usted tan bien hace al pobre. Que mire cómo se lo llevan. Con gravedad pero sin pausa.
Y Soler pensó en la Semana Santa que es lo que conoce, que la ve todos los años pasar con gravedad pero sin pausa como músico de la banda del Soria 9 y va y la hace música. Por eso esta marcha no es fúnebre, ni triste sino grave (y Soler acertó con el título). Y todo lo demás basta con escucharlo. Un cortejo que pasa como al finado que se llevan al campo santo. Con gesto serio, con corrección, con abrigos largos y negros, con bigotes y mucha educación, con gravedad. Con la seriedad del momento pero sin las plañideras de otros efectos. Yo me acuerdo ahora, por decir algo, de
A la memoria de mi padre, a la que no quiero comparar y, ni mucho menos, desprestigiar, pero en la
Grave de Soler hay muchas menos plañideras que en la marcha de Fernández de la Herranz. Porque
Grave es correcta. En realidad el esfuerzo por describirla es absurdo:
Grave (o
La Grave) es eso: grave. Por eso no necesita los esfuerzos descriptivos (melodramáticos) de otros. No le hacen falta.
Grave es una marcha de codazos al de al lado y carraspeos advirtiendo de la llegada inminente de la imagen. De recomponer el gesto, de ponerse serio que va a pasar o saludar con un imperceptible movimiento de cabeza la presencia hecha cargo en la presidencia que precede al paso, a la imagen que pasa mientras la banda suena y todo suena con la gravedad que requiere la estampa. Por eso, como decía, la marcha no es fúnebre, ni triste. La marcha es grave como ella sola y como Soler la tituló. O como
Spes nostra si es que se necesita la comparación para apuntalar. De hecho, tirando de 'hemeroteca' (dándole al buscador del foro, vamos) uno busca la marcha de Farfán (de la misma época, año arriba, año abajo) y le lee a Johannes_Granatensis cuando aún escribía por aquí decir lo siguente: 'estamos ante una auténtica obra de madurez, a pesar de tratarse de una de las primeras creaciones de López Farfán. Introducción
grave, impresionante'. En negrita la simpática coincidencia de pareceres entre ambas marchas que creo sirven para ejemplificar cómo se puede expresar muchas cosas (en este caso la gravedad) de algo sin caer en luctuosismos, penas y dramatismos varios. Así que el menda le pone un 9 por la corrección y la contención pero no le puede poner el 10 que está reservado para la
Marcha fúnebre de Font a la que
Grave, pese a todo, no le llega.
Post Scriptum
Conclusión: Grave
, una marcha que se define a sí misma para definir todo lo demás.