Investigación

El Regimiento de Soria n.º 9 y la Hermandad de la Quinta Angustia en el siglo XIX

José Manuel Castroviejo López

13 de Marzo de 2023


La presencia de las bandas militares en las cofradías es consustancial a la Semana Santa de Sevilla a partir del primer tercio del siglo XIX y el acompañamiento musical tras el paso del Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo es un claro ejemplo de esta tradición. 

Si bien el primer dato al respecto que hemos recabado recoge la actuación en 1857 de la Banda del Asilo de San Fernando (germen de la actual Banda Municipal de Sevilla), el resto de formaciones musicales contratadas desde entonces pertenece al ámbito militar: Regimiento de África (1858), Regimiento de Asturias (1862), Regimiento de Baza (1865), Regimiento de Artillería (1866), Regimiento de Bailén (1868) o Regimiento de Málaga (1869).

El Regimiento de Soria n.º 9, se establece en Sevilla el 2 de abril de 1876, es decir, el Domingo de Pasión. Ese mismo año se procede por parte de la Hermandad a la contratación de su banda, ya dirigida por José Font Marimont, siendo esta su primera actuación atestiguada en las cofradías hispalenses. Consta igualmente en 1877, pero a partir de entonces se abre un vacío documental, pues varios años la cofradía no salió (1879, 1881-1885) y de los que sí procesionó no existen datos. En 1888 vuelve a ser contratada Soria 9, así como en los bienios 1891-1892 y 1894-1895. Del resto de años hasta final de siglo no hay información, excepto la capilla musical contratada para el Jueves Santo de 1898, último año que sale la cofradía hasta 1904, por la confección del nuevo paso.

Recibo de la Actuación de Soria 9 en 1876
(Archivo de la Hermandad de la Quinta Angustia)


Es muy escasa la información sobre las composiciones ejecutadas por las bandas en aquella época. No obstante, el dato más antiguo al respecto corresponde a la Marcha fúnebre de Rafael Cebreros:

Oportunamente dimos la noticia de que el joven D. Rafael Cebreros había sido pensionado por la Diputación Provincial, en vista de sus sobresalientes facultades musicales, demostradas en el piano y en un examen ante personas tan competentes como D. Eugenio Gómez y D. José Miró, para que perfeccionara su educación artística en París. Hoy añadiremos que el indicado joven, cuyo mérito se manifestó desde los primeros años por una afición decidida y por una inteligencia precoz, acaba de justificar el apoyo que se le ha concedido, entrando por oposición en el Conservatorio Imperial de París, donde es tan difícil el ingreso, Por último, el joven pensionado por la Diputación de Sevilla se ocupa actualmente de escribir una marcha fúnebre que dedica a la hermandad de la Quinta Angustia.
(Diario La Andalucía, 14 de marzo de 1868).

Dicha pieza, dedicada a la Hermandad en 1868 y primera dedicada a una cofradía sevillana, fue estrenada aquel año por la Banda del Regimiento de Bailén, con instrumentación de su Músico Mayor, Silverio López Uría (1).

En 1877 el diario El Porvenir da cuenta de una novedad en el repertorio de Soria 9: "La música que acompaña a la cofradía de la Quinta Angustia, tocará una preciosa marcha original del profesor de piano, D. Enrique Rodríguez" (Diario El Porvenir, 7 de marzo de 18677).
La escueta nota se refiere al pianista Enrique Rodríguez Molas, cuya composición está dedicada al también pianista José Miró y Anoria, referido en el anterior recorte periodístico de La Andalucía (2).

Llegado el año 1891, nos encontramos con dos noticias, la primera de ellas respecto a la marcha de Cebreros, recurrente por entonces:

Este año tocará la banda de Soria, que dirige el Sr. Font, en el trayecto de las cofradías que acompaña, una "Marcha Fúnebre" que el distinguido compositor, Rafael Cebreros, compuso y dedicó a la Hermandad de la Quinta Angustia cuando estaba en París haciendo sus estudios musicales. 
(Diarios El Porvenir y La Andalucía, 25 de marzo  de 1891)

Por otra parte, según los anales de Luis Rodríguez-Caso, ese año "Se comienza a componer por el Maestro Font la marcha fúnebre Quinta Angustia". Sin embargo, la donación de la partitura no se formaliza hasta 1895, tal como se observa en la portada de la misma, al igual que en la carta del autor y en la respectiva respuesta:

Sevilla, 8 de abril de 1895. 
Sr. D. Rafael de León, teniente de Hermano Mayor de la Cofradía Quinta Angustia. 
Muy Sr. mío: tengo el honor de mandarle la adjunta "Marcha fúnebre" dedicada a la dicha cofradía que tan altamente vd. preside. 
Si consigo sea del agrado de la Hermandad, quedaría sumamente agradecido este su afmo. S. S. 
Y B. S. M [besa su mano] José Font (firma)

Sr. D. José Font, Músico Mayor del Regimiento de Infantería de Soria. 9 de abril de 1895.
Con verdadera complacencia ha recibido esta Hermandad la marcha fúnebre que V. se ha servido de dedicarle, la cual oirá con sumo agrado, no dudando que su mérito artístico estará a la altura que alcanza la fama de su distinguido autor.
Esta cofradía da a V. las más expresivas gracias por su delicada atención y yo al comunicárselo me complazco en hacerle presente la seguridad de mi particular consideración.  (Firma)

La entrega de la partitura y de las dos cartas en 1895 ha propiciado habitualmente que se le asigne a la marcha dicho año como fecha de composición, pero dado que la partitura y la misiva de Font corresponden al Lunes Santo, debemos entender que la fecha real es 1891, demorándose la deferencia material cuatro años.

Carta autógrafa de José Font con la donación de la partitura
(Archivo de la Hermandad de la Quinta Angustia)

Paradójicamente, la entrega de la Marcha fúnebre de José Font y su depósito en el archivo de la Hermandad suponen el fin del acompañamiento musical de banda al paso de Misterio, pues -a falta de datos en 1896- en 1897 la Banda de música del Regimiento de Soria n.º 9 comienza a acompañar regularmente al paso de palio de la Virgen de la Victoria de la Hermandad de las Cigarreras. 

En 1898, último año que sale la cofradía en el siglo XIX, fue contratada una capilla musical proporcionada por Manuel Font Fernández, hijo de José Font y director de la Banda Municipal de Sevilla. El recibo indica como cobro 100 pesetas, mientras que el precio de una banda militar rondaba por entonces unas 200. La situación económica y el proyecto del nuevo paso provocarían un ahorro en otros costes, pues a partir de 1904, con la reanudación de la estación de penitencia, los únicos acompañamientos musicales documentados son, eventualmente, de capilla con o sin acompañamiento de voces.

Por tanto, la Marcha fúnebre, conocida popularmente como Quinta Angustia sirve de corolario a toda una época, quedando desde entonces como uno de los hitos de la música procesional sevillana.

Portada de la partitura de la Marcha fúnebre
(Archivo de la Hermandad de la Quinta Angustia)


Publicado en el Boletín Quinta Angustia n.º 118 (Cuaresma 2023)


NOTAS

(1) Para ahondar en los avatares de la Marcha fúnebre de Cebreros, recomendamos la lectura del artículo al respecto publicado en el Boletín del año 2014.

(2) Enrique Rodríguez Molas fue probablemente el primer profesor de piano de Joaquín Turina.

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