Investigación

El Refugio. I centenario de una marcha olvidada

José Manuel Castroviejo López

2 de Abril de 2025




En 2025 se conmemora el centenario de la célebre tríada de marchas compuestas por Manuel López Farfán: El Dulce Nombre, La Estrella Sublime y La Esperanza de Triana, que, junto con el estreno en 1924 de Pasan los Campanilleros, marcan el llamado "bienio revolucionario" en la música procesional del genial compositor de San Bernardo, quien ya había dedicado a nuestra cofradía su inconmensurable El Refugio de María.

No obstante, 1925, coincidiendo con el primer contrato de la Banda del Maestro Tejera para acompañar a la Virgen del Refugio (1), fue también el año del estreno de otra marcha con notable éxito e impacto: El Refugio, compuesta por Manuel Ruiz Vidriet y Rafael Carretero Carretero, músicos junto al propio Tejera de la orquesta del Teatro del Duque (2).



El paso de palio por el Puente de San Bernardo,
acompañado por la Banda del Maestro Tejera (ca. 1925)


Aunque no se conocen las motivaciones de la composición de la marcha, el primer acompañamiento a la Virgen, así como el impacto de una pieza procesional con acompañamiento de voces como Pasan los campanilleros el año anterior, propiciarían su génesis. En la portada de la partitura se indica: «Lema: representa la entrada y salida de la Cofradía por la Santa Iglesia Catedral en el momento del "Miserere"». Se trata, por tanto, de una marcha descriptiva. Cabe recordar que el Miserere de Eslava se interpretaba el Miércoles y el Jueves Santo.



Portada de la partitura de "El Refugio",
conservada en el archivo de la Hermandad


Sobre el estreno, contamos con dos crónicas del propio Manuel Pérez Tejera, muchos años después:

Se estrenaba aquel año la marcha "El Refugio", y por una idea suya, a la mediación de la misma
intercalaba el salmo del "Miserere" de Eslava, "Redde", que precisamente era interpretado por cuatro niños,
entre los cuales uno era el actual señor Villalba, que por entonces formaba parte como seise en
nuestra Santa Iglesia Catedral. Al llegar a la Plaza de San Francisco había orden de no tocar,
pues cantaban "saetas" los conocidos "cantaores" Rocío Vega y Centeno; al notar el hermano mayor,
don Antonio Filpo Rojas, que la banda no tocaba, ordenó a Tejera interpretara la marcha "El Refugio";
no pueden ustedes figurarse las protestas que empezaron a producirse, y viendo que aquello tomaba caracteres feos,
se inició el canto del "Redde" por los referidos niños, consiguiendo un éxito tal que fue felicitado
por Su Alteza Real la infanta María Luisa, por el delegado de Festejos, don Miguel Bermudo,
y por el propio comandante de la Guardia Municipal, señor Pedroso
(3).  

Hace muchísimos años. Su Alteza Real, la siempre querida infanta Dª María Luisa de Orleáns (q. s. g. h.),
presidía en la Plaza de San Francisco las procesiones de nuestra Semana Santa. En un apropiado lugar
se encontraban los famosos cantadores de saetas Manuel Centeno y Rocío Vega "la niña de la Alfalfa".
Al entrar en la plaza, un guardia mandaba callar a todas las bandas que desfilaban.
Yo iba aquel día con la Hermandad de San Bernardo, siendo entonces hermano mayor el simpático abogado,
de grato recuerdo, don Antonio Filpo y Rojas (q. e. p. d.), el cual notó que la banda de pronto había enmudecido y,
al desconocer el motivo, me mandó que siguiese tocando, cosa que yo cumplí desoyendo las órdenes del guardia...
Interpretábamos una marcha compuesta por mí, precisamente a la Santísima Virgen del Refugio
 y que llevaba algunos motivos del célebre Miserere del maestro don Hilarión Eslava. Entrábamos en el conocido
"Redde", donde intervenían cuatro seises, entre ellos el célebre tenor don Manuel Villalba
(que entonces era un niño). La infanta ordenó que siguiese la banda tocando y los seises cantando
ante el entusiasmo de toda la plaza. Don Miguel Bermudo, teniente de alcalde, delegado de Festejos,
quiso que la repitiese y después otra vez lo hice a petición de Su alteza Real y de todos los presentes.
Fue para mí algo indescriptible, que guardo desde entonces muy dentro de mi alma
(4).


De acuerdo con la cita anterior, El Refugio consta de varios temas que se van sucediendo: toques de clarines de la Banda de Artillería, la Marcha Real de cornetas y tambores (simbolizando la entrada de la Cofradía en la Catedral), el Redde del Miserere y la Marcha Real de banda de música, representativa de la salida del palio por la Puerta de Palos.

La repercusión fue notable, pues ese mismo año observamos recortes periodísticos sobre su interpretación en conciertos de la Banda de Tejera por la radio en una fecha tan inusitada como el mes de agosto. Citamos como ejemplo las menciones por el diario sevillano El Liberal o La Correspondencia de Valencia en actuaciones programadas para los días 20 y 30 del citado mes, donde aparece como "composición para banda y coro".



Recorte de "La Correspondencia de Valencia" del 20 de agosto de 1925




Recorte de "El Liberal" del 30 de agosto de 1925



No obstante, tras la Guerra Civil, las disposiciones sobre música en las procesiones, que conllevaron la prohibición de Pasan los campanilleros y La Estrella Sublime, provocarían un efecto similar en otras composiciones de carácter equiparable. Podemos comprobarlo en unas actas de la Hermandad del Dulce Nombre en enero de 1944:

El Sr. Hermano Mayor, D. Pedro Giménez de Aragón informa en esta reunión,
que sabía y le constaba, que en aquel año de 1944, no se permitiría en absoluto
a ninguna banda de música, el tocar otras marchas que no fuesen fúnebres,
que eran las litúrgicas, estando prohibida la interpretación tajante, de las llamadas
de campanilleros y otras impropias de la Semana Santa, según su punto de vista por considerarlas
inadecuadas para la época de pasión.  A estas palabras seguidamente contesta el Consiliario de la Cofradía,
Sr. D. Miguel Salado Hidalgo, diciendo que entre las marchas fúnebres las había muy buenas
 y de gran sentido musical, pero que era una lástima que muchas de ellas se tuvieran olvidadas
para las Cofradías por completo. Acordándose por unanimidad de todos los presentes en aquella sesión,
que al pasopalio de la Cofradía volvieran a tocársele de nuevo dichas marchas procesionales,
quedando prohibidas entre ellas de ser interpretar en adelante en esta Hermandad, entre otras composiciones
cofradieras las tituladas "El Refugio" de Carretero y Vidriet, "Rocío" de Vidriet y Tejera,
y "Pasan los campanilleros", "El Dulce Nombre" y "La Estrella Sublime" todas ellas obras del hispalense
de San Bernardo, Manuel López Farfán, que había acompañado a esta Cofradía y a su pasopalio durante varios años seguidos
(5).


Si bien no consta prohibición expresa que impidiese interpretar otras marchas además de Pasan los Campanilleros y La Estrella Sublime, lo cierto es que Rocío, El Dulce Nombre y El Refugio también dejaron de tocarse, aunque Rocío fue reincorporada gradualmente a los repertorios y El Dulce Nombre se recuperó plenamente a inicios del siglo XXI.

Sin embargo, El Refugio cayó en el más absoluto de los olvidos hasta que a mediados de la década de 1990 se localizó en la propia Parroquia la partitura para cuarteto de cuerda, única conservada en la actualidad. La Banda de la Cruz Roja la incluyó como recuperación histórica en su disco de 1996 "Marchas cofradieras de ayer y hoy. Volumen 2", pero con una instrumentación de José Albero Francés que desvirtuó la concepción original de la obra.

Durante varios años, la marcha fue interpretada con cuarteto de cuerda en la Función Principal, pero su sonido original para banda no se reconstruyó hasta 2015, cuando el trombonista Ismael Jiménez Gómez realizó una nueva instrumentación. Esta versión fue estrenada por la Banda del Maestro Tejera en un concierto celebrado en la Parroquia de San Joaquín el 14 de marzo de dicho año, con motivo del XC aniversario de la composición. Así, se logró devolver a los cofrades unos históricos sonidos que habían quedado perdidos en el tiempo.


NOTAS

(1) La Banda de Tejera ha acompañado al paso de palio en varios períodos: 1925-1936, 1939, 1942-1946 y 1983-1989.
(2) Manuel Ruiz Vidriet y Rafael Carretero compusieron en colaboración numerosas zarzuelas. En cuanto a Carretero, ya había compuesto en 1917 una marcha para la Esperanza de Triana, actualmente en paradero desconocido.
(3) Boletín de las Cofradías de Sevilla n.º 8. Mayo de 1960.
(4) El Correo de Andalucía, 26 de marzo de 1961. Observamos que en el segundo relato, Tejera se adjudica la autoría de la marcha El Refugio, cuando en la primera no lo hace. Colegimos que se trata de una confusión del periodista.  
(5) Archivo de la Hermandad del Dulce Nombre. Cabildo de oficiales celebrado en la mañana del domingo 23 de enero de 1944 (extracto).


Publicado en el Anuario de la Hermandad de San Bernardo (2025)

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