Investigación

Las marchas procesionales en la Hermandad de la Sangre (Córdoba)

Mateo Olaya Marín

21 de Octubre de 2005


No quisiera empezar este artículo sin antes agradecer a la hermandad la oportunidad que me brinda para participar en este boletín extraordinario, medio de comunicación cofrade que persigue celebrar una efeméride que culminará con la procesión gloriosa del próximo diez de septiembre, donde el acompañamiento musical tendrá su correspondiente y justo protagonismo. De hecho, será la prestigiosa Banda de Música "Maestro Tejera" de Sevilla la encargada de ornar musicalmente el evento, a buen seguro demostrando una calidad y valía de la que Córdoba no es ajena por los diversos acontecimientos en los que se ha contado ya con esta histórica banda. Pero es objeto de esta colaboración el patrimonio musical, concretamente las marchas de procesión, que atesora la Hermandad de la Sangre y que procederé a desglosar a continuación.

Aunque esta hermandad se fundó en el año 1976, su primigenia marcha procesional aparece tan sólo a los dos años, y lo hace procedente de una ilustre inspiración: la del jiennense D. Pedro Gámez Laserna (Jódar, 1907 - Sevilla, 1987) El que fuera director de las bandas de música militares del Regimiento de Lepanto y Soria 9, en Córdoba y Sevilla respectivamente, firma "Ntra. Sra. de los Ángeles" el 25 de febrero de 1978. En la portada de las partituras puede leerse claramente la especial dedicatoria (a continuación señalada) con la que nuestro añorado galduriense obsequia a los hermanos de tan joven hermandad, que por entonces no realizaba estación de penitencia y que pronto veía cómo su patrimonio artístico se acrecentaba con un elemento de notable valor: "con gran afecto y mis mejores deseos de una infinita unidad cofradiera". (1)

La marcha se encuadra en la época de mayor producción musical de su autor (2), que se corresponde con los años posteriores a su jubilación (en 1967), siendo su penúltima marcha y la última dedicada a Córdoba. Respecto al título, conviene aclarar que el concebido originalmente por el Maestro Gámez fue el de "Ntra. Sra. de los Ángeles", aunque con posterioridad se quiso añadir el epíteto "Ángeles del Cister", nombre con el que hoy en día suele conocerse esta composición. Finalmente, tras el consentimiento y la autorización de la Sociedad General de Autores y Editores, la marcha procesional adoptó el título definitivo de "Ntra. Sra. de los Ángeles -Ángeles del Cister", no siendo la primera marcha cofradiera que contiene un título y subtítulo a la vez, y pongo como ejemplo el caso de "El Cachorro -Saeta Sevillana" (1967), también de D. Pedro Gámez.

"Ntra. Sra. de los Ángeles -Ángeles del Cister-" constituye una de las páginas musicales más importantes de la Semana Santa cordobesa. En sus compases la impronta del Maestro Gámez Laserna no puede ser más patente, al existir una armonía muy trabajada, con profundas texturas y melodías secundarias, donde la sección de saxofones ejecutan sugerentes contrapuntos a las maderas, dibujando éstas melodías sinuosas y de atractivo efecto. Características musicales conducentes a un estilo muy personal que le ha llevado, con el paso de los años, a estar entre uno de los nombres más destacados de la música procesional nacional.

Existen dos grabaciones de esta marcha. La primera data de 1988, en un disco de la Sociedad Filarmónica "Ntra. Sra. del Carmen" (Salteras) bajo el título "Esperanza de Amor"; la segunda, en 1992, a cargo de la Banda de Música del Regimiento de Soria 9 de Sevilla, con la dirección de D. Abel Moreno Gómez, en un doble disco dedicado a la Semana Santa de Córdoba y que lleva por nombre "Antología de marchas cordobesas". La hermandad, consciente de lo que tiene, no olvida su exorno musical y, gracias a ello, "Ntra. Sra. de los Ángeles -Ángeles del Cister-" suena en la actualidad cada Martes Santo cuando el palio pasa por el Convento del Cister, y antes se interpretaba especialmente a la salida cuando ésta se hacía desde dicho convento.

La segunda marcha procesional no tardaría en llegar. Al año siguiente, 1979, D. Casto Contreras (Torredonjimeno, 1919 - Córdoba, 1997), profesor de la Banda Municipal de Córdoba en la que ocupó plaza de trombón, escribe "Ntro. Padre Jesús de la Sangre en el Desprecio del Pueblo". Fue en su madurez profesional cuando decidió enfrentarse a la composición de marchas procesionales, de forma que se estrenó con la que nos ocupa, para lo que durante las décadas anteriores había sido fiel testigo del buen hacer de compañeros de banda y directores de la misma (los casos de D. Dámaso Torres y D. Luis Bedmar, entre otros) Se trata de una pieza corta, de carácter lento con un comienzo en piano, al que se contrapone una parte central en fortísimo regido por el viento-metal. Destaca su fuerza melódica y llama igualmente la atención el conciso y precioso trío final, precedido por cuatro compases de caja.

Su estreno en los estudios discográficos tuvo lugar allá por el año 1981, a través de un fabuloso disco interpretado por la desaparecida, y recordada por todos, Banda Municipal de Córdoba, con la dirección de D. Luis Bedmar y un escogido repertorio de marchas cordobesas. El otro registro fonográfico proviene del ya señalado disco "Esperanza de Amor".

De finales de la década de los noventa son las dos últimas marchas de la hermandad, "Virgen de los Ángeles" y "Cristo de la Sangre", realizadas muy cercanas en el tiempo e "hijas de un mismo padre", D. Jesús Cea Samaniego (San Lorenzo del Escorial, 1931) Músico y director militar, recaló en Córdoba sobre 1972 debido a la prematura y triste muerte del que por entonces era director de la Banda Militar del Regimiento de Infantería de Lepanto nº 2, D. Reginaldo Barberá, a quien sucedió en el puesto, como también ocurrió en la dirección artística del Real Centro Filarmónico de Córdoba "Eduardo Lucena". Así pues, otro músico más de prestigio actual y que invirtió parte de su creatividad artística en el patrimonio musical de esta hermandad.

"Virgen de los Ángeles" (1996) no oculta la estrecha relación de D. Jesús Cea con la música militar, al ser una marcha airosa, de marcado cariz alegre y gran dinamismo, a diferencia de las dos anteriores marchas. Evidentes sones castrenses nos evocan las numerosas llamadas de trompetas que impregnan la composición, centrada por un pasaje en fuerte de los metales graves y culminada con un típico trío final a modo de conclusión. Mientras que "Cristo de la Sangre" (1998), realizada con motivo de la primera salida procesional de la homónima imagen, tiene unas formas más reposadas y suaves, sin dejar de destilar una carga melódica loable.

Tal y como ocurre con la marcha de Gámez Laserna, estas tres últimas están muy presentes en la procesión del Martes Santo, siendo la Banda de Música de Carrión de los Céspedes (Sevilla), todo un clásico en Córdoba, la encargada de poner música al elegante palio de la Reina de los Ángeles. Signo inequívoco de que los dirigentes de esta cofradía comprenden a la perfección lo que significa tener, como acervo artístico, cuatro marchas procesionales, y más sobre todo si vienen de estos músicos consagrados y contrastados.

Notas:

(1). El texto completo de la dedicatoria, según manuscrito original, es el siguiente: "A la Fervorosa Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Sangre en el Desprecio del Pueblo y Nuestra Sra. Reina de los Ángeles, con gran afecto y mis mejores deseos de una infinita unidad cofradiera".

(2). Comprendida entre 1968 y 1980, con un total de ocho marchas procesionales.

Artículo publicado en el Boletín Extraordinario de la Cofradía del Císter con motivo de la primera salida procesional de la Reina de los Ángeles en sus Misterios Gozosos

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