Una marcha original, con el sello del maestro Albero en los años 90 sobre todo en la introducción, que me resulta ciertamente hermosa. No obstante, el inesperado solo de cornetas le imprime un carácter para mi gusto demasiado peculiar, que la hace inviable de ser interpretada en la calle. Finalmente, el trío está muy logrado.
Os muestro el cartel de su estreno ante la Imagen que la inspiró.
No sé qué os parecerá, ya que he oído desde que es un experimento fuera de lugar hasta que es una obra madura e incomprendida. Como se dice, para gustos los colores.