Investigación

El repertorio procesional de la Banda Municipal de Sanlúcar

José Manuel Castroviejo López

20 de Marzo de 2018



Nil perpetuum, pauca diuturna sunt
(Nada es perpetuo, pocas cosas duran mucho tiempo)
Séneca

Es difícil concebir la Semana Santa sin la música que consideramos consustancial, y la ausencia de títulos que forman el acervo cofradiero como Amarguras o La Estrella Sublime nos causaría extrañeza. Sin embargo, lo tradicional no es siempre lo que recordamos o nos cuentan, pues un somero repaso a los documentos pertinentes nos puede deparar una tradición perdida y una nueva perspectiva.
A lo largo de este artículo vamos a desgranar la música que la Banda Municipal de Sanlúcar interpretaba tanto durante la Semana Santa como en el resto de procesiones en las que actuaba. 
Lo más llamativo que observará el lector es la gran diferencia entre lo actualmente considerado como clásico y lo que se interpretaba durante gran parte del siglo XX.


Edición original de 1886 de "Descansa en paz" de Ramón Roig

Tras una revisión exhaustiva del archivo histórico que se conserva en la Banda Julián Cerdán, los datos nos revelan las marchas más interpretadas durante el siglo XX tras las cofradías sanluqueñas, muchas de ellas totalmente desconocidas o inusitadas en la actualidad: Caridad (Julián Cerdán), Pasan los campanilleros (Manuel López Farfán), Descansa en Paz (Ramón Roig), Cristo de la Misericordia (Modesto Rebollo), Dolor (Serrano), La Agonía (Alfredo Javaloyes), El llanto (José Gabaldá) o Ecce Homo (Leopoldo Martín Elexpuru).
Otras marchas que aparecen con frecuencia son Sueño eterno (Jaime Texidor), Hierática (Pablo Cambronero), Recordación (Germán Lago), la Marcha fúnebre de Chopin así como las cuatro célebres de Emilio Cebrián: Cristo de la Sangre, Jesús Preso, Macarena y Nuestro Padre Jesús.
También poseemos cuantiosos datos sobre las piezas interpretadas en el Corpus y procesiones letíficas, entre las cuales destacamos Hosanna (Ramón Roig) y varias de Jaime Texidor. 
 
Una de las muchas particellas que se conservan de "El llanto"
de José Gabalda, con firmas fechadas en 1944 y 1962


Principios del siglo XX: los primeros datos

Los testimonios más antiguos que hemos localizado pertenecen al período comprendido entre 1905 y 1913, bajo la dirección de Mateo Alba Rodríguez.
 

Mateo Alba

Conservamos algunas carpetillas con las cuatro marchas fúnebres que se interpretaron en la Semana Santa de aquellos años y que son las siguientes: El llanto y El panteón (ambas de José Gabaldá Bel), El entierro (anónima) y otra más cuyo título y autor no aparecen. No obstante, también hay testimonios de la interpretación de la Marcha nº 1 y Marcha nº 3, de Mateo Alba.
Además, para procesiones de gloria y eucarísticas nos constan las marchas Corpus Christi, Flores de Mayo, Marcha regular nº 2, Marcha religiosa nº 4 (todas ellas del propio Mateo Alba), Tepeyac (Félix Soler) y Santa Cecilia (Camilo Pérez Monllor).

 
Particella de la "Marcha religiosa nº 4" de Mateo Alba, fechada en 1912

En 1913, tras el fallecimiento de Mateo Alba, asume la dirección -hasta 1917- Enrique Anadón, aunque no conservamos ningún documento que nos permita vislumbrar los repertorios de estos años.

El esplendor de la Banda Municipal: Julián Cerdán Murillo

Julián Cerdán fue el director que más años ejerció el cargo: desde 1918 hasta 1952, y es precisamente a partir de entonces cuando tenemos más abundancia de datos. 
Por lo prolijo de los mismos, los dividiremos en varios períodos.
 

Julián Cerdán


Entre 1920 y 1931 encontramos fechadas y utilizadas las partituras de las siguientes marchas fúnebres:

Cristo de la Misericordia (Modesto Rebollo)
Descansa en paz (Ramón Roig)
Dolor (Manuel Serrano)
Ecce Homo (Leopoldo Martín Elexpuru)
El juicio final (Vicente Terol)
Homenaje (Juan Benlloch)
In paradisum (José Franco Ribate)
Jerusalén (Álvaro Milpager)
La Agonía (Alfredo Javaloyes)
Marcha fúnebre (Chopin)

En cuanto a partituras para procesiones de gloria y eucarísticas, contamos con Hosanna (Ramón Roig), Gloria (Mariano San Miguel) y Santa Cecilia (Camilo Pérez Monllor).
 
Copia de "Pasan los campanilleros" de Manuel López Farfán

Del período comprendido entre 1935 y 1940 los datos son muy similares a los anteriores (si bien en cuanto a marchas letíficas sólo hemos corroborado Corpus Christi de Vicente Beovide):

Descansa en paz (Ramón Roig)
Dolor (Manuel Serrano)
El llanto (José Gabaldá)
Ecce Homo (Leopoldo Martín Elexpuru)
Homenaje (Juan Benlloch)
In paradisum (José Franco Ribate)
La Agonía (Alfredo Javaloyes)
Sueño eterno (Jaime Texidor)

Durante la última etapa de Julián Cerdán al frente de la Banda Municipal el repertorio sigue en la línea de las décadas anteriores.
En estos años sí hemos podido constatar Caridad, del propio Cerdán, y Pasan los campanilleros, de Manuel López Farfán. Ambas se interpretaban con seguridad desde los años 20, pero debido al mucho uso de las particellas, se fueron realizando nuevas copias y se desechó la mayoría de las antiguas. La fecha de composición de Caridad (1921) y la copia de la partitura general de Pasan los campanilleros, muy cercana en el tiempo a la composición de la marcha (1924), corroboran que ya eran tradicionales en los años 30 y 40.
También de esta etapa encontramos interpretaciones de la célebre Procesión de Semana Santa en Sevilla de Marquina.

Caridad (Julián Cerdán)
Cristo de la Misericordia (Modesto Rebollo)
Descansa en paz (Ramón Roig)
Dolor (Manuel Serrano)
Ecce Homo (Leopoldo Martín Elexpuru)
El llanto (José Gabaldá)
Homenaje (Juan Benlloch)
In paradisum (José Franco Ribate)
Jesús Preso (Emilio Cebrián)
La Agonía (Alfredo Javaloyes)
Pasan los campanilleros (Manuel López Farfán)
Procesión de Semana Santa en Sevilla (Pascual Marquina)
Santo Cristo (Pedro Rubio)
Sueño eterno (Jaime Texidor)

Respecto a los testimonios de marchas de gloria, nos encontramos con las siguientes: Amor de Dios (Pedro Rubio), Corpus Christi (Vicente Beovide), Hosanna (Ramón Roig), María Auxiliadora (Jaime Texidor), Nuestra Señora del Rosario (Ventura Cartagena/José Ramos), Oración (Pedro Rubio), Rosa evangélica (Mª Teresa Texidor) y Sacris (Jaime Texidor/Mª Teresa Texidor).

Marino Díaz Díaz: último director titular de la Banda Municipal
 


Marino Díaz

Marino Díaz, si bien mantuvo la línea musical de Cerdán -en lo que a marchas se refiere-, introdujo diversas novedades, como Rosa mística de José Franco Ribate o varias de Emilio Cebrián. Además, incluyó tres piezas de su autoría que había compuesto años antes: la marcha fúnebre No llores, madre y las marchas de gloria Virgen de la Fuensanta y Virgen de Valsordo, dedicadas respectivamente a las patronas de Villanueva del Arzobispo (Jaén) y Cebreros (Ávila), cuyas bandas municipales había dirigido antes de la sanluqueña.
 
Anuncio publicitario de 1936 sobre la marcha "No llores, madre", de Marino Díaz

En el Archivo Municipal de Sanlúcar se conserva un inventario que redactó Marino Díaz con todas las obras -de todos los géneros- que ensayó e incorporó al repertorio entre 1953 y 1959. Junto a los datos localizados en el archivo de la actual Banda Julián Cerdán, el elenco de este período es el que mejor tenemos documentado, quedando como sigue:

Caridad (Julián Cerdán)
Descansa en paz (Ramón Roig)
Dolor (Manuel Serrano)
Hierática (Pablo Cambronero)
Jesús bajo la Cruz (Santiago Berzosa)
Jesús Preso (Emilio Cebrián)
La Santa Cena (Román de San José)
Macarena (Emilio Cebrián)
Madre Santa (Andrés Piquero)
Marcha nº 1 (Mateo Alba)
No llores, madre (Marino Díaz)
Nuestra Señora de la Misericordia (Santiago Berzosa)
Nuestro Padre Jesús (Emilio Cebrián)
Pasan los campanilleros (Manuel López Farfán)
Procesión de Semana Santa en Sevilla (Pascual Marquina)
Recordación (Germán Lago)
Rosa mística (José Franco Ribate)
Sueño eterno (Jaime Texidor)

El repertorio glorioso y eucarístico es también muy nutrido: Corpus Christi (Mateo Alba), Auxilium Christianorum (Jaime Texidor), Domus aurea (Jaime Texidor), Gozos a la Milagrosa (anónima), Hosanna (Ramón Roig), La Pilarica (Jaime Texidor), La procesión de los ángeles (Pedro Rubio), Luz Divina (Jaime Texidor), Nuestra Señora del Rosario (Ventura Cartagena/José Ramos), Sagrado Corazón (Pedro Rubio), Virgen de la Fuensanta (Marino Díaz) y Virgen de Valsordo (Marino Díaz).
 
Inventario conservado en el Archivo del Ayuntamiento
con obras ensayadas o incorporadas entre 1953 y 1959

A partir de 1960 y hasta 1966, fecha de su jubilación, Marino Díaz mantiene en general un repertorio similar, añadiendo diversas novedades como Cristo de los Toreros (José Faus) o Jesús de las Penas (Antonio Pantión), y recuperando otras tradicionales, especialmente El llanto, de José Gabaldá -que al parecer era muy apreciada en la Hermandad de las Angustias- y la Marcha fúnebre de Chopin.

Caridad (Julián Cerdán)
Cristo de la Sangre (Emilio Cebrián)
Cristo de los Toreros (José Faus)
Descansa en paz (Ramón Roig)
Dolor (Manuel Serrano)
Ecce Homo (Leopoldo Martín Elexpuru)
El llanto (José Gabaldá)
En su recuerdo (Joaquín Sanchís/Mª Teresa Texidor)
Hierática (Pablo Cambronero)
Jesús de las Penas (Antonio Pantión)
Macarena (Emilio Cebrián)
Madre Santa (Andrés Piquero)
Marcha fúnebre (Chopin)
No llores, madre (Marino Díaz)
Nuestro Padre Jesús (Emilio Cebrián)
Pasan los campanilleros (Manuel López Farfán)
Recordación (Germán Lago)
Rosa mística (José Franco Ribate)
Sueño eterno (Jaime Texidor)

El repertorio para el resto de procesiones una vez acabada la Semana Santa permanece casi inalterable, si bien no aparecen Hosanna, La procesión de los Ángeles o Sagrado Corazón. Por el contrario, se añaden la conocida Triunfal (J. Blanco) y la novedosa Santuario de Regla, de A. Castro y F. Sánchez, dedicada a la patrona de Chipiona. 

Para finalizar este período debemos hacer mención a la marcha Nuestra Señora de la Caridad, que compuso Marino Díaz en honor de la patrona sanluqueña. En el archivo de la banda se conserva únicamente una particella, en la que consta que está basada en motivos del Canto a Sanlúcar y que debe ser una obra del propio Díaz que tampoco se encuentra en el archivo.
A tenor de los datos consignados en el inventario que hemos citado anteriormente, Nuestra Señora de la Caridad debe estar compuesta entre 1960 y 1966, aunque consideramos plausible que pueda ser obra de 1965, con motivo de la Coronación Canónica de la Virgen de la Caridad.


Única particella conservada de la marcha "Nuestra Señora de la Caridad" de Marino Díaz

La Banda de música Santa Cecilia

Tras la jubilación de Marino Díaz, la banda pierde el carácter municipal y pasa a ser una entidad independiente. De la dirección se encarga entre 1967 y 1971 Luis Romero Muñoz, manteniendo el repertorio que, en esencia, era tradicional en Sanlúcar: 

Caridad (Julián Cerdán)
Cristo de la Sangre (Emilio Cebrián)
Ecce Homo (Leopoldo Martín Elexpuru)
Descansa en paz (Ramón Roig)
Dolor (Manuel Serrano)
El llanto (José Gabaldá)
Jesús Preso (Emilio Cebrián)
La Agonía (Alfredo Javaloyes)
Marcha fúnebre (Chopin)
Marcha nº 1 (Mateo Alba)
Nuestro Padre Jesús (Emilio Cebrián)
Pasan los campanilleros (Manuel López Farfán)
Procesión de Semana Santa en Sevilla (Pascual Marquina)
Recordación (Germán Lago)

Las marchas de gloria, igualmente siguen siendo más o menos las habituales hasta entonces: Corpus Christi (Mateo Alba), Gozos a la Milagrosa (anónima), Hosanna (Ramón Roig), La Pilarica (Jaime Texidor), La Virgen Milagrosa (Jaime Texidor), Luz Divina (Jaime Texidor), Nuestra Señora del Rosario (Ventura Cartagena/José Ramos), Santuario de Regla (A. Castro/Francisco Sánchez), Virgen de la Fuensanta (Marino Díaz), Virgen de Valsordo (Marino Díaz), etc.

A partir de 1972, año en que toma la batuta Enrique Alfaro hasta la disolución de la banda en 1975, son muy pocos los documentos que hemos localizado, y tan sólo tenemos constancia de las marchas Caridad (Julián Cerdán), Cristo de la Sangre (Emilio Cebrián), En su recuerdo (Joaquín Sanchís/Mª Teresa Texidor) y Macarena (Emilio Cebrián). No obstante, debemos señalar que es justo en estos años cuando aparece por primera vez La Estrella Sublime, de Manuel López Farfán, una marcha imprescindible en la actualidad.
 

Particella de la marcha "Caridad" de Julián Cerdán

La Banda de música Julián Cerdán

Como hemos podido comprobar, son muy pocas las marchas consideradas clásicas en la actualidad que hasta los años 70 se interpretaban en Sanlúcar, exceptuando Pasan los campanilleros, la Marcha fúnebre de Chopin, las de Emilio Cebrián, algunas esporádicas interpretaciones de Jesús de las Penas o Procesión de Semana Santa en Sevilla y la muy tardía incorporación de La Estrella Sublime.

Con la creación de la Banda Julián Cerdán en 1980, se recupera parte del repertorio tradicional: Caridad (Julián Cerdán), Marcha fúnebre (Chopin), Nuestro Padre Jesús, Macarena y Cristo de la Sangre (Emilio Cebrián), Rosa mística (José Franco Ribate), Pasan los campanilleros (Manuel López Farfán), o Sueño eterno (Jaime Texidor); y en cuanto a repertorio de gloria: Triunfal (J. Blanco), Nuestra Señora del Rosario (Ventura Cartagena/José Ramos), La Pilarica y Luz Divina (Jaime Texidor) o Virgen de Valsordo (Marino Díaz).

Sin embargo, es precisamente en esta coyuntura cuando comienza la influencia sevillana en el repertorio procesional, probablemente porque ya había en el mercado numerosos discos que difundían las marchas más populares de la Semana Santa de Sevilla. 
Para ilustrar esta tendencia, contamos con una anotación en la partitura de Rocío, fechada en enero de 1983: Traída por D. José Antonio López Odero por mediación de D. Adrián Estrada del Regimiento de Soria nº 9.

Así, además de La Estrella Sublime y la citada Rocío, se une ya definitivamente Jesús de las Penas (Antonio Pantión) y se incorporan Amarguras (Manuel Font de Anta), Virgen de las Aguas (Santiago Ramos) y otras más recientes como Gracia y Esperanza (José Albero) o Nuestro Padre Jesús Cautivo (Miguel Quirós).

A lo largo de la década de los 80 se integra otra serie de marchas hoy imprescindibles como Esperanza Macarena (Pedro Morales), Coronación de la Macarena (Pedro Braña), Sevilla cofradiera (Pedro Gámez Laserna)... algunas muy en boga por entonces, entre ellas Virgen de la Victoria (Francisco Barril) o Cristo en la Alcazaba (Fulgencio Morón) y otras de ámbito más local, como Memoria eterna (Germán Álvarez Beigbeder) o El Cristo de la Lanzada (Rafael Márquez Galindo).

En la actualidad, la Banda Julián Cerdán, que retomó el testigo de aquella antigua Banda Municipal de Sanlúcar de Barrameda, y heredera por tanto de toda la tradición musical sanluqueña, lleva a gala un amplísimo y selecto repertorio que la sitúa sin lugar a dudas como uno de los mayores exponentes del panorama música cofradiero andaluz. 
 


Documentación
-Archivo de la Banda de música Julián Cerdán.
-Archivo Municipal de Sanlúcar de Barrameda.
-Daza Palacios, Salvador. Música y Sociedad en Sanlúcar de Barrameda (1600-1975).  Junta de Andalucía, 2009.

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Publicado en la revista  "Semana Santa 2018", 
editada por la Hermandad del Huerto
(Sanlúcar de Barrameda)

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